El síndrome de burnout o del desgaste es también llamado “estrés profesional”. Entre sus síntomas están el cansancio psicofísico, con pérdida progresiva de energía, desgaste, agotamiento y fatiga; la despersonalización, que implica un cambio negativo de actitudes y respuestas hacia el trato y la paciencia hacia los demás; y la falta de realización personal, que se revela en incapacidad de soportar la presión, baja autoestima y tendencia a la auto-evaluación negativa.
A esos síntomas se han agregado algunos más:
- Agotamiento emocional
- Incapacidad para darse o entregarse; conductas evitativas y actitud distante hacia las personas
- Utilización del sarcasmo ante situaciones de riesgo
- Dificultades para el procesamiento de información y en la toma de decisiones
- Irritabilidad
- Sentimientos de frustración, incompetencia y aburrimiento
- Incumplimiento del horario laboral
- Uso de alcohol o drogas
- Conflictos interpersonales
- Falta de discriminación entre lo privado y lo profesional
Se han descrito diferentes grados, que son una escalera. Una vez adquirida una gravedad mayor, es difícil retornar a niveles inferiores, a menos que se adquieran técnicas de afrontamiento adecuadas. Entre las causas más descriptas como origen del desgaste profesional, están varias faltas o ausencias: del valor social de la profesión, descanso, recursos, tiempo, retribuciones, estímulos al crecimiento y de expectativas.
El resultado de la suma es que la persona se siente filtrada y fundida. Así, la mejor prevención y tratamiento para el síndrome es la adquisición de conductas resilientes, logradas en ambientes que sustenten amor, reconocimiento y amparo. Es decir, ambientes laborales que desarrollen vínculos gratificantes personales y laborales y permitan la asertividad.
El ejercicio físico y las técnicas de relajación son imperativos. En casos graves es útil el uso de antidepresivos como reguladores homeostáticos y neurogénicos. Se contraindican estimulantes, antifatigantes, ansiolíticos, drogas y alcohol.
Yo creo que solo será soportable y gratificante cuando encontremos el justo equilibrio entre otros dos contrarios: placer y deber. Si usted se encuentra en una situación de estrés laboral, busque inmediatamente la ayuda de un profesional.
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