El Ejército israelí ha atacado en las últimas horas tres bases militares de la milicia chií Hezbolá en el sur libanés, en el momento de máxima tensión en los tres meses de intercambio de fuego en la frontera entre Israel y Líbano.
La aviación israelí atacó la mañana del miércoles «infraestructura terrorista y un complejo militar» en la zona de Labbouneh; y un complejo militar en Naqura, además de un centro de mando militar en Kfarchouba durante la noche.
Según un comunicado castrense, desde Naqura se habían disparado proyectiles hacia territorio israelí.
Además, ayer martes, la artillería israelí «atacó y destruyó» puestos de observación de Hezbolá en la zona de Jiam, en el sur de Líbano, en respuesta a varios lanzamientos de cohetes, proyectiles y drones hacia territorio israelí.
«La actual actividad terrorista de Hezbolá y sus ataques contra Israel violan la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU», indicó el Ejército israelí.
Estos ataques contra bases de Hezbolá siguen a los de ayer, cuando el Ejército israelí aseguró haber matado a un comandante de su unidad aérea en el sur de Líbano, Ali Husein Barji, a quien acusó de haber lanzado numerosos drones explosivos contra Israel, aunque el grupo chií negó después que hubiera fallecido.
El ataque contra Barji se produjo durante el funeral de Wisam Hasan Taweel, alto mando de las fuerzas especiales de élite Radwan, el más alto de Hezbolá muerto en tres meses de hostilidades, cuando un misil israelí alcanzó su vehículo la víspera.
La escalada de tensión entre Israel y Líbano ha ido en aumento desde el martes de la semana pasada, cuando un bombardeo en Beirut atribuido a Israel mató al número dos de Hamás, Saleh al Arouri.
Desde entonces, se han reavivado los temores de que una guerra de mayor envergadura estalle entre ambas partes, como un segundo frente a la contienda en la Franja de Gaza entre Israel y Hamás.
La frontera entre Israel y Líbano vive su mayor pico de tensión desde 2006 con un intenso intercambio de fuego durante tres meses que se ha cobrado la vida de más de 200 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hezbolá , que ha confirmado unas 155 bajas en sus filas, algunas de ellas en Siria.
En Israel han muerto 13 personas en la frontera norte, 9 soldados y 4 civiles; mientras que en Líbano han fallecido más de 190 personas, incluyendo al menos 20 integrantes de milicias palestinas, un soldado y 21 civiles -entre ellos tres niños y tres periodistas-, además de los milicianos de Hezbolá.
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