La palabra láser se ha vuelto una de las más usadas en los ámbitos de la medicina y la estética, a pesar de las muchas otras utilizaciones de esta innovación. Qué es la cirugía láser ocular y en qué consiste este procedimiento.
La tecnología Light Amplified by Stimulated Emission of Radiation, o láser como la conocemos, es clave para estas intervenciones con el objetivo de solucionar problemas oftalmológicos, hayan sido causados por una enfermedad como por un evento accidental.
Lo que debes conocer sobre la cirugía laser ocular
Cirugía refractiva
Aunque hay muchas variantes de estas cirugías, la refractiva es la más común porque es la que ayuda a corregir los defectos recurrentes de la vista como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y la presbicia. Se opta por esta alternativa cuando se pretende mejorar la calidad de vida del paciente y evitar su dependencia de las gafas o lentillas.
Sin embargo, en algunos casos necesariamente hay que intervenir porque existe el peligro de que el inconveniente en los ojos avance hasta la ceguera parcial o total. Por supuesto, esta evaluación debe hacerla un oftalmólogo que puede ser el encargado, o no, de la operación.
A lo largo de la operación se levanta una zona delgada de la córnea conocida como flap. Con el láser se procede a remodelar la parte que posee el error refractario. A continuación, se vuelve a colocar el flap en su lugar, se deja descansar y el resultado es una visión más clara.
Postoperatorio de una cirugía láser ocular
La recuperación es muy rápida y sencilla, al día siguiente ya es posible realizar las tareas habituales. Un dato importante es no frotar los ojos durante las primeras cuatro semanas; el contacto directo podría causar una mala cicatrización de la córnea.
¿Cuándo se recomienda la cirugía láser ocular y cómo funciona?
Dado que modifica la graduación del ojo mediante láseres, lentes o maniobras instrumentales, debe considerarse cuál es el defecto de graduación a corregir. Y, luego, a través de qué proceso se modificará la graduación:
Retocando la forma de la córnea con la cirugía láser
Reemplazando el cristalino por una lente artificial -lensectomía refractiva-
Implantando lentes intraoculares, llamadas lentes fáquicas, sin sustituir el cristalino
En los dos primeros procedimientos, el láser entra en contacto con la córnea y elimina capas de ella hasta corregir la deformidad. Solucionados los defectos refractivos, se retira y se le da al ojo el descanso indispensable para su recuperación.
Mientras tanto, permanece anestesiado para que el paciente no sienta dolor. Pero la operación es rápida, y en un par de horas estás en casa.
Los pasos previos a la cirugía
Estas intervenciones no deben tomarse a la ligera sino que debe hacerse una inspección del estado del ojo antes de que el láser entre en contacto con el mismo. Se analiza cuál es la graduación defectuosa y si es posible aprovechar los elementos constitutivos del ojo o hay que reemplazarlos.
Hay técnicas más complejas como la LASIK -Laser in Situ Keratomileusis-, que intervienen los ojos en un segundo plano. Se lleva a cabo un corte transversal de la córnea, se la esculpe y se vuelve a colocar la lámina en su lugar.
Para que no haya desprendimientos, se aplica un autosellado que no genera molestias ni rechazo. En días, el ojo ya ve bien.
Casos en que no es aconsejable una cirugía láser ocular
No se aconseja en embarazadas, graduación inestable en un año, morfología inadecuada, glaucoma avanzado.
Durante la primera consulta se somete el paciente a una entrevista sobre su historia clínica. La preexistencia de enfermedades metabólicas, sistémicas o inmunológicas podrían ser factores de riesgo.
La cirugía láser ocular es un procedimiento frecuente y de gran efectividad en pacientes miopes.
Con información de OKDiario
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