Más de diez millones de australianos se quedaron el miércoles sin teléfono o internet por una enorme caída del servicio de una de las principales empresas de telecomunicaciones del país.
El misterioso fallo en la compañía Optus afectó a los sistemas de pago electrónico, interrumpió las líneas telefónicas usadas por ambulancias y policía y paralizó temporalmente los trenes de la ciudad de Melbourne en hora punta.
Optus, subsidiaria de la empresa singapurense Singtel, dijo que «algunos» servicios se habían restablecido el miércoles por la tarde, pero todavía no había hallado la causa del fallo.
«Nuestro equipo todavía está estudiando cada posibilidad. Teníamos varias hipótesis y hasta ahora cada una de las que hemos probado (…) no ha resuelto el problema fundamental», declaró su consejera delegada, Kelly Bayer Rosmarin, a la cadena australiana ABC.
En un comunicado, la teleoperadora reconoció que «podía tomar varias horas para que todos los servicios vuelven a estar en línea».
La ministra de Comunicaciones, Michelle Rowland, dijo que la caída del servicio «tiene amplias ramificaciones en los servicios móviles, fijos y de banda ancha para los clientes de Optus».
«Los clientes están claramente frustrados y Optus debe responder a ello acordemente», agregó.
La empresa de telecomunicaciones, la segunda del país, identificó el apagón sobre las 04H05 en hora de Sídney.
Decenas de hospitales no podían recibir llamadas telefónicas. Además, los teléfonos fijos de los clientes de Optus tampoco podían realizar llamadas de emergencia.
En plena hora punta, el servicio ferroviario en Melbourne quedó peturbado por «un corte en las comunicaciones».
«Necesitamos nuestros planes de contingencia en marcha y espero que resuelvan sus problemas lo antes posible», dijo el responsable ejecutivo de Metro Trains Melbourne, Raymond O’Flaherty.
La empresa Ramsay Health Care dijo que los teléfonos de sus 73 hospitales privados y de sus unidades de cirugía habían caído.
También reportaron problemas la aerolínea Virgin Australia y la empresa de seguros médicos Bupa.
El sindicato de trabajadores de comunicaciones de Australia dijo que el fallo era una «vergüenza absoluta» y lo vinculó a un reciente recorte de empleo en la empresa.
El investigador del Real Instituto de Tecnología de Melbourne, Mark Gregory, dijo que esta avería mostraba problemas fundamentales en las redes de comunicaciones de Australia.
«Las averías vinculadas a un solo punto de fallo se han producido demasiado frecuentemente a lo largo de las últimas décadas y es hora de que el gobierno intervenga», aseguró.
Hace alrededor de un año, el gigante de telecomunicaciones sufrió un ataque informático que provocó el robo de los datos personales de más de nueve millones de clientes.
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