La huelga de los trabajadores del sindicato automotriz del United Auto Workers (UAW) de Estados Unidos se extendió con la incorporación de empleados de la planta de ensamblaje de Ford, en Chicago, y la de General Motors de Lansing Delta Township, en Michigan, y el gremio aseguran tener la esperanza de llegar a un acuerdo.
El presidente del UAW, Shawn Fain, anunció en redes sociales que Stellantis se salvó del paro de esta semana debido a los “progresos significativos” que se han a dado mediante las negociaciones, detalladamente en el ajuste del costo de vida y por los compromisos de producción y el cierre de plantas.
“Todavía tengo muchas esperanzas de que podamos llegar a un acuerdo que refleje los increíbles sacrificios y contribuciones que nuestros miembros han hecho en la última década (…) Pero también sé que lo que ganamos en la mesa de negociaciones depende del poder que construyamos en el trabajo. Es hora de usar ese poder”, expresó Fain.
La huelga terminó incluyéndose en la campaña presidencial para el actual presidente, Joe Biden, y el exmandatario Donald Trump, quienes buscan los votos del sector obrero de Michigan, pieza clave por ser considerada una zona “indecisa” que puede determinar el triunfo de uno u otro de estos candidatos.
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