El Gobierno de Cuba calificó de «ataque terrorista» el lanzamiento de dos cócteles molotov contra su embajada en Washington. Según información preliminar, un individuo lanzó los artefactos, sin causar daños al personal.
«En la noche de hoy, 24/9, la Embajada de Cuba en EE. UU. fue objeto de un ataque terrorista de un individuo que lanzó dos cócteles molotov. No hubo daños al personal. Se están precisando los detalles», escribió el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, en redes sociales.
Embajada en Washington: otro «ataque terrorista» en 2020
El ministro de Exteriores acusó a «grupos anticubanos» del ataque, señaló que «acuden al terrorismo al sentir impunidad» y denunció que el Gobierno cubano «ha alertado» a las «autoridades estadounidense reiteradamente» sobre esta situación.
Agregó que la embajada de Cuba en Washington ya sufrió otro ataque en abril de 2020, cuando «un individuo disparó con un fusil de asalto contra la sede» de la legación diplomática.
En abril de 2020, el canciller cubano convocó a la entonces encargada de negocios de Estados Unidos en La Habana, Mara Tekach, para expresar su «enérgica protesta» por lo que denominó también como una «agresión terrorista» contra su embajada.
En esa ocasión, el tiroteo, dejó profundas marcas en las columnas dóricas de la entrada, rompió una farola y varios vidrios y molduras del frontis del edificio, según recuerda la agencia de noticias afp.
Un año después, en julio de 2021, La Habana denunció otro ataque con cócteles molotov a su embajada en París, del que el responsabilizó también al Gobierno estadounidense, «por sus continuas campañas contra nuestro país que alientan estas conductas y por llamados a la violencia, con impunidad, desde su territorio».
Manifestantes en Nueva York: «Apoya a Cuba, no a su dictador»
El ataque de esta noche de domingo ocurrió unas horas después de que Rodríguez y el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, regresaran a La Habana, tras una semana en Nueva York con motivo de la apertura de la Asamblea General de Naciones Unidas, en la que la delegación isleña mantuvo una intensa actividad diplomática.
Díaz-Canel, que ya había acudido en 2018 a la Asamblea General de Naciones Unidas, habló en la primera jornada, además de en otros foros paralelos de alto nivel sobre medioambiente y los objetivos de desarrollo sostenible.
Asimismo, el mandatario cubano aprovechó para reunirse con otros líderes y para asistir a distintos actos con colectivos de la sociedad civil en EE. UU. que apoyan al Gobierno de Cuba.
En Nueva York, también se registraron manifestaciones de cubanos residentes en EE. UU. en contra de la presencia de Díaz-Canel en la Asamblea de la ONU, pidiendo «apoyar a Cuba, no a su dictador» y exigiendo «libertad para los presos políticos», según mensajes y videos difundidos en redes sociales.
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