Estados Unidos informó que había autorizado la transferencia de 6.000 millones de dólares iraníes congelados en Corea del Sur, un paso clave para la liberación de presos entre Washington y Teherán.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, «rubricó una dispensa que permite la transferencia de fondos» en una comunicación formal al Congreso estadounidense, dijo un portavoz de su departamento. Blinken añadió que «estos fondos serán transferidos a cuentas restringidas en Qatar» y que «Estados Unidos tendrá derecho de control sobre la manera cómo se gastan y cuándo».

Según fuentes del diario The Washington Post, citados por la agencia EFE, se prevé que los fondos sean enviados desde Corea del Sur hacia Qatar – país intermediario en la negociación- y se facilitarán gracias a una exención a las sanciones de EE. UU. a Irán, lo que permitirá la transferencia sin riesgo a que los bancos implicados sean amonestados.

El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Nasser Kanani, dijo que esperaban que «la transferencia se complete en los próximos días y que Irán tenga pleno acceso a sus activos».

Irán podrá destinar entonces dichos fondos a compras humanitarias, como alimentos y medicinas, pero Kanani también afirmó que el país podría comprar «cualquier bien no sancionado» por Estados Unidos y «hacer pleno uso de los fondos desbloqueados», no solo para comprar «medicinas y alimentos».

Este arreglo financiero fue anunciado el 10 de agosto en el marco de un acuerdo entre Teherán y Washington para liberar a presos estadounidenses retenidos en Irán, y a iraníes retenidos en Estados Unidos.

«Confiamos en que el intercambio de prisioneros se produzca pronto», declaró Kanani.

Los expertos consideran que este arreglo, discretamente negociado, refleja una relajación de las tensiones entre Irán y Estados Unidos, sin relaciones diplomáticas desde la Revolución Islámica de 1979.

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