Los días avanzan y seguimos esperando una acción gubernamental aún más contundente, lejos de la vacunación de los más altos personeros del régimen chavista-madurista contra el Covid-19. Tras la promoción televisiva de la inyección de estos funcionarios cabe preguntarse: qué será del resto de los ciudadanos; especialmente, quienes a diario arriesgan sus vidas para tratar de solventar, como pueden, la grave situación de muchos de nuestros compatriotas que pacientemente y, no tanto, están a la espera de una eficiente y certera acción del régimen, más allá de la mera provisión de “gotas milagrosas” que no tendrían efecto alguno en nada ni nadie.
Es importante que la acción ciudadana “grite” a la dormida voluntad gubernamental que, ni por si, ni por ayudas externas de instituciones foráneas se muestra incapaz de dar de una vez por todas al traste con este conjunto de situaciones que requieren ser atajadas de inmediato pues, de lo contrario, esta pandemia va a inundar la totalidad de los estamentos sociales venezolanos, contribuyendo, no sólo al desmejoramiento del aparato económico como indicamos en una entrega en semanas pasadas, motivo a la inacción y la paralización de las actividades productivas y comerciales cotidianas, sino por el agravamiento de cada individuo y su grupo familiar por el contagio.
Estamos frente a lo que puede ser un final o un comienzo de una nueva forma de actuar y comportarse ante la realidad. La situación cambió definitivamente y, de cada uno va a depender, el poder que este cambio va a tener en cuanto a nuestra actividad diaria y lo que podremos lograr. Nuestro futuro va a ser diferente a lo que conocíamos. De nosotros dependerá el resultado de estos cambios…
@RafaelMartinezN
