22 de noviembre de 2024 9:41 AM

Genaro Mosquera: Paradoja electoral

Qué podemos decir del título de este artículo y de otros, que sistemáticamente plantean el tema electoral, cuya conclusión evidente es que su instrumentación es reflejo de un plan muy bien estructurado, operado por un poder externo superior, normado y conceptualizado por intelectuales socialistas y por gobiernos antidemocráticos con el propósito de usarlo como arma para apoderarse de países, o continuar gobernando por muchos años en otros como el nuestro en una suerte de dictadura, con argumentos socialistas, apoyados en la propaganda, cuyos elementos provienen de las fuentes del liberalismo, es decir, de los mejores centros internacionales, donde la misión, visión y objetivos responden a la narrativa de la democracia, libertad, fraternidad y los derechos humanos. Esos elementos han sido usados, mutados y tergiversados con los propósitos anteriores y en procesos electorales nacionales y regionales usando mecanismos ejecutados por sistemas sofisticados de procesamiento afinados para ganar elecciones de manera fraudulenta.

Frente a ello, los partidos han adoptado la política del espejo, dejando que supuestos disidentes organicen a los partidos políticos para ir a elecciones, y otros dirigentes ortodoxos lo abandonan aparentemente y manifiestan públicamente que han sido despojados de sus directivas marcando distancias oportunistas. Esos partidos de la llamada oposición, sin serlo, participan en el juego, basados en una estrategia que complementa las acciones de quienes detentan el poder y reflejan el espectro democrático como una caricatura.

La resultante de esa estrategia va mucho más allá de las apariencias democráticas y del apoderamiento global, está sustentando en factores económicos sofisticados, en estrecha vinculación con hechos irregulares y la delincuencia organizada. Se ha apoyado también en el aparato militar para dar apoyo local, regional, justificar el expansionismo tal como lo estamos viendo, y a no dudar, apoyando la implantación de un movimiento global que se extiende como la peste.

La oposición, esgrimiendo como argumento a la democracia se debate en términos electorales, negociando con delincuentes en apariencia democrática, tal y como lo vemos en España, y en algunos países latinoamericanos, incluso en el norte del continente. Pero en toda esa frenética actividad se destaca el modus operandi de un modelo poderoso basado al final en la vieja aspiración comunal, donde rusos, chinos y cubanos intentan llegar como colofón al control político, económico y social, de alcance continental, intentando borrar fronteras y ciudadanías usando el demagógico eslogan de construir la patria grande.

Frente a ese entorno no la tenemos fácil, vivimos bajo la premisa de fe y esperanza; pero sin acciones contundentes estamos convertidos en meros alfiles de un juego complejo. La situación expresada lleva a un relacionamiento en una dinámica compleja, donde han tomado parte, ya no solo los especialistas de las ciencias políticas, sociales, económicas y jurídicas, sino en el uso de la lógica común que se desparrama en las redes sociales con apreciaciones de todo orden, con interpretaciones válidas o especulativas.

Tomando como referencia algunos puntos de vista expresados por un importante intelectual de conocida trayectoria, de la conversación con un dirigente vecinal, la lectura de un artículo de fondo de un economista vinculado al sector empresarial, y, por último, de la postura de representantes de una organización electoral que pontifica regularmente sobre los hechos electorales, se deriva un planteamiento extremadamente singular y absolutamente contradictorio como paradoja electoral.

En el primer caso, se defiende la tesis de ir a elecciones de gobernadores y concejales, afirmando con vehemencia que debemos estar preparados para cualquier escenario, incluyendo el electoral y, en consecuencia, se debe convocar a liderazgos y organizaciones para tal fin sin esperar que haya acuerdos o negociaciones para hacer la tarea. Define la necesidad de “ir a elecciones en las condiciones que sea porque se debe aprovechar la gran mayoría que tiene el pueblo cuyo gobierno es minoría, y se pueden lograr ciertas condiciones de ventaja y representación”. En ese sentido, comete el pecado de sugerir ir a un proceso organizado por un gobierno ilegítimo, que viola e interpreta la ley unilateralmente con funcionalidad interesada para legitimarse. Apoyado en el sofismo democrático lo usa como argumento de fondo e induce a la ilegalidad apoyado en un sistema también ilegal, y sugiere el mecanismo electoral como fórmula ingenua del desplazamiento del régimen ignorando que esa gente juega en las grandes ligas y nosotros no hemos llegado a doble A.

El dirigente vecinal expresó que irá a elecciones, sean ilegales, fraudulentas o no, porque él necesita que su alcalde sea electo, y nunca entregará ese poder municipal al partido del régimen, por tanto, irá a elecciones contra toda lógica, ignorando que el régimen convertirá las asociaciones de vecinos en un poder comunal cuyos instrumentos ya fueron aprobados y esa será la situación que tendrá que enfrentar, obviamente no tendrá ninguna participación.

El economista mencionado reporta con dedicación y análisis el tema donde la idea fundamental es reconocer que es tan escabroso como un reto, y sin ser ingenuo manifiesta “asumir e ir a elecciones, aunque restringidas, no transparentes y que podrían ser un camino adecuado”. Manifiesta que “el gobierno ha tenido éxito al conducirnos de manera planeada a la abstención”; y concluye que a toda costa iría a cualquier elección pautada, y se apalancaría en la comunicad internacional cuyo lenguaje y acción ha cambiado al imponer el criterio de ir a elecciones libres y supervisadas, lo cual da para una solución pacífica negociada. Afirma que ello permitiría que se recree una fuerza política interna capaz de ser interlocutor válido como una nueva coalición de los partidos vinculados a la sociedad civil en procura de la defensa de la Constitución y de la democracia. Por tanto, “las elecciones son una oportunidad a pesar de que el sistema esté dirigido por un CNE viciado, pero se evitará que el gobierno nos lleve a su terreno ganador como consecuencia de la abstención”.

Afirma cerrar filas con los empresarios porque el gobierno les ha abierto un portal urgido como está de inversiones, en tal sentido, ha abierto algunas puertas, obviamente, desconociendo, que dicho sistema empresarial piso el peine de negociar con el régimen ajustándose a la ilegitimidad del poder e ignorando que el gobierno no ha sido reconocido internacionalmente y las consecuencias no las miden en el mediano plazo. En resumen, esa postura induce también a centrarse y aceptar hechos ilícitos mediante una interpretación torcida de leyes y reglamentos y, en consecuencia, también recomienda acciones rayadas en ilegalidades, y que paradójicamente para completar el cuadro, exige una negociación de altura.

Los observadores se apoyan en la Ley Electoral y sus reglamentos, centran sus argumentos en ir a elecciones. Aspiran a que la designación del CNE en el Parlamento sea equilibrado y de contrapesos políticos, ignorando a propósito que no solo reconoce al parlamento como legítimo, sino que ignora los  procesos legales para la pretendida designación de los rectores, soslayando que los postulados no guardaron ni siquiera las apariencias de sus candidaturas por parte de organismos que dicen representar, o sea ilegalidad sobre ilegalidad para justificar la  estructuración del Poder Electoral con una supuesta arquitectura moderna y autónoma de los órganos subordinados, regionales y juntas electorales y a un registro electoral falso.

Las apreciaciones señaladas están enmarcadas en un proceso electoral que jamás será democrático, pasando por bolas, todas las opiniones políticas y jurídicas que han cuestionado toda la operación electoral, incluso decisiones del Tribunal Supremo de Justicia Transicional. Es otras palabras, interpretan los mecanismos organizativos e incluso oportunistas para justificar unas elecciones que serán fraudulentas, ilegales e irritas y que conducirán inevitablemente a validar al régimen.

Es lamentable que la ausencia de visión o simplemente por conveniencia les lleve a recomendar ir a elecciones ilegales, legitimando al régimen que viola todo el ordenamiento y sin querer queriendo se prestan a sus planes, incluso entran en la tremenda contradicción de validar un sistema absolutamente corrompido justificándose con presuntos testigos internacionales que, si ello ocurre, serán solo los que le convenga al régimen. En el fondo, se aprecia que la resultante esperada es la esperanza de disponer de unos cargos y, que incluso, de ser electos serán olímpicamente ignorados o lo más cercano, prestarse como buenos colaboracionistas para continuar con sus aspiraciones mezquinas muy lejos de las populares,

La argumentación señalada es poderosa por ser influenciadores, la tesis de ir a elecciones avanza contaminada con el falso argumento de la intervención internacional como testigos, y su supuesta presencia en el proceso lo cual en teoría garantizará una participación democrática. Tenemos gran experiencia en la materia y hemos sufrido y visto sus resultados ante la realidad apabullante de una oposición acomodaticia que ve en el sistema electoral el sustento de sus acciones.

El poder y continuismo autocrático y militarista del régimen se refuerza y actúa debilitando sistemáticamente la libertad del venezolano, y la lucha por el cambio contra la usurpación se debilita. Lord Act dijo en una ocasión “que el poder corrompe” y añadimos, somos responsables indirectos porque hemos dado el poder de confiscarnos, y si renunciamos a los métodos para combatir las injusticias solo nos acostumbraremos a vivir de la nómina del Estado y de las dádivas de sus prebendas a cambio de la libertad.

Solo quedaría entonces la fe, esperanza, y la reflexión de que la libertad está cuestionada y la única forma de preservarla es luchando por ella de manera contundente. Por la vía electoral maniatada y fraudulenta no será posible. Si no defendemos la libertad y la cedemos, pasaremos años contándole a nuestros hijos, nietos, y a los hijos de ellos que una vez existió un país llamado Venezuela, que fue libre. y como dijo una vez el matemático griego Tales de Mileto ante la pregunta ¿qué es lo constante?, y él sin titubear contestó: “La esperanza, porque permanece en el hombre después de que lo ha perdido todo” y porque, en menos de un minuto nos permite volar hasta los confines del universo”.

El Nacional

Tags

Share this post:

Noticias Recientes

El Espectador de Caracas, Noticias, política, Sucesos en Venezuela