28 de septiembre de 2024 11:27 AM

El expresidente Trump, a las puertas de una cárcel denunciada por homicidios e insalubridad

LaShawn Thompson no pudo cumplir su condena. El año pasado, fue hallado sin vida, desnutrido, deshidratado e infestado de chinches dentro de una celda de la cárcel del condado de Fulton, en Atlanta (Georgia).

Las revelaciones sobre su muerte empujaron al Departamento de Justicia de Estados Unidos a lanzar en julio una esperada y exhaustiva investigación sobre las condiciones de esta prisión, denostada desde hace tiempo por los horrores en su interior.

Pero el lugar nunca había estado tan en el punto de mira como hasta ahora.

El expresidente Donald Trump (2017-2021) se entregará el jueves a las autoridades en este centro penitenciario para ser fichado después de haber sido imputado por intentar manipular el resultado de las elecciones presidenciales de 2020 en Georgia, donde perdió contra el actual mandatario, Joe Biden, por un estrecho margen.

A diferencia de la mayoría de procesados, el republicano no pasará muchas horas en la prisión de Fulton, puesto que ya ha pactado pagar una fianza de 200.000 dólares para quedar en libertad mientras se desarrolla el juicio.

La cárcel, bajo investigación

De esta forma, el expresidente evitará, al menos por ahora, poner el pie en una de las celdas de la cárcel, donde el Departamento de Justicia ha encontrado «acusaciones creíbles» de homicidios, insalubridad, hacinamiento, problemas estructurales, uso excesivo de la fuerza por parte de los agentes y discriminación a reos con discapacidades.

Ryan Buchanan, fiscal federal para el Distrito Norte de Georgia, expresó su «grave preocupación» por las denuncias que ha recibido sobre «celdas sucias repletas de insectos y violencia desenfrenada que ha derivado en lesiones y muertes» en la prisión.

Thompson, un afroamericano de 35 años de edad, solo llevaba tres meses detenido por un delito menor de agresión cuando lo encontraron muerto, desnutrido y «lleno de picaduras de insectos de todo tipo», explicó a Efe Gerald Griggs, presidente en Georgia de la Naacp, la mayor organización defensora de derechos civiles.

Ese joven es una de las 18 personas que murieron en 2022 bajo custodia en la prisión de Fulton.

Según un informe de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, en inglés), la cárcel tenía el año pasado 2.900 reos, cuando solo cuenta con camas para 2.600.

Además, todos los recluidos en el área para presos con enfermedades mentales tenían piojos, sarna o ambos, mientras que el 90% de ellos estaba desnutrido, de acuerdo con un reporte del Centro Sureño para los Derechos Humanos (SCHR, en inglés).

El jueves, hallaron sin vida en una celda de la unidad médica a Alexander Hawkins, un recluso de 66 años de edad que esperaba su juicio por robo a una tienda.

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