Las altas temperaturas suponen un motivo de alarma verano tras verano, sobre todo en lo que se refiere a la población más vulnerable, como son los niños y las personas mayores. El impacto del calor en el cuerpo trae consigo numerosas consecuencias. La más evidente tiene que ver con el consumo de líquidos del organismo, ya que este proceso se acelera, pudiendo causar una deshidratación. Pero el calor también provoca debilidad, cansancio, hinchazón de las extremidades, calambres o mareos. No obstante, todos esos son los síntomas físicos, ya que no se suele hablar tanto acerca de cómo el calor afecta a la salud mental.
No hace falta más que fijarse en una persona y ver cómo está sudando a mares para darse cuenta del calor que está afectando a su cuerpo. Sin embargo, a menudo también suele ser suficiente fijarse en la expresión de su rostro para imaginar cómo las altas temperaturas de la ola de calor influyen en su estado de ánimo y en su salud mental.
¿Cómo afecta el calor a la salud mental?
El verano puede ser una época complicada para quienes no toleren bien las altas temperaturas. El sudor, la incomodidad, el calor sofocante, la necesidad de beber mucho más a menudo agua para mantener el cuerpo hidratado, todo esto afecta directamente a la salud mental de las personas. De hecho, las olas de calor derivan principalmente en tres alteraciones en lo referente al ánimo.
3 formas en las que el calor influye en la salud mental
- Mayor irritabilidad. El calor sofocante hace que el cuerpo sude y se sienta hinchado, todo eso provoca una gran incomodidad, ya que el cuerpo, además, hace un esfuerzo por autorregularse, un proceso que acaba siendo agotador. Y el resultado no es otro más que un aumento de la irritabilidad y del mal humor. Debido a que las zonas del cerebro que se encargan de regular los impulsos están menos oxigenadas, porque el cuerpo destina la mayor cantidad de recursos posible a la piel, las personas presentan una mayor tendencia a la irracionalidad y a la ira.
- Dificultad para descansar. Uno de los mayores perjuicios que provocan las olas de calor tienen que ver con algo clave como es el descanso. Después de todo un día lidiando con las altas temperaturas, ni siquiera se tiene la posibilidad de dormir y recuperarse adecuadamente. Surgen los problemas para conciliar el sueño y para poder descansar debido a la complicación de disfrutar de un sueño estable y profundo.
- Ansiedad. Las altas temperaturas, y sus consecuencias tanto para la salud física como para la emocional, acaban por convertirse en un caldo de cultivo perfecto para problemas de ansiedad o para el empeoramiento de ciertos trastornos ansiosos o depresivos.
Con información de MSN
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