El debate de los precandidatos de la oposición política de Venezuela desde la UCAB-nuestra alma mater-fue realmente positivo y ejemplar. Queda claro que el valor superior de la democracia es el debate abierto de las ideas. No era el momento-después de 12 años de desencuentro democrático, de ‘fuego cruzado’… En un segundo episodio podrán incorporarse temas como salud, injerencia cubana, PDVSA, política internacional, plan país, regreso migratorio…
El debate mostró el rostro de una Venezuela decente y preparada que espera ser gobernada por líderes de esa etiqueta. El ganador fue la esperanza, el candidato fue Venezuela y el plan, el pueblo. El perdedor: el régimen y los que no asistieron.
Mujeres bien trajeadas, bien habladas y perfumadas…
Desde el punto de vista imagen cada precandidato exhibió majestad. Hablaron con mesura, carácter y respeto. Los tiempos del guapetón de barrios, de coma alta y quítame la pajita del hombro, quedaron de lado. La gente está cansada de la chabacanería y desaliño.
Delsa Solórzano destacó por su visión defensora de la justicia y los DDHH. “La primera medida de mi gobierno tomará será la libertad de los presos políticos[…]Hoy cada uno de los 300 presos políticos [del régimen] está siendo torturado, porque perseguir a sus familiares es también una forma de tortura […]El 22/10/23, elegiremos un líder no un caudillo”. Su gesto amable de ofrecer “el micrófono” a María Corina, hizo ver que sus años en política le han dejado cancha. Su desafío: maquinaria política, despolarizar y reconstruir alianzas.
María Corina Machado manejó una narrativa desafiante, expectante, suma-cero. Subrayó que la recuperación del país pasa por el estricto respeto de la propiedad privada. La mayor garantía para que nuestros jóvenes regresen a casa, es recuperar la confianza del país, confianza que se recupera con una economía de emprendimiento, abierta y liberal […] “El 22 de Octubre será un evento catalizador de fuerza, organización y esperanza, “derribar barrera por barrera para que los venezolanos tengamos la opción de votar y cobrar el año que viene. Para eso se necesita de un liderazgo que no duda, que enfrenta […] incapaz de doblegarse ante cualquier amenaza para conseguir con la fuerza alineada de los venezolanos y la comunidad internacional, se respete la soberanía popular […]¡Voy hasta el final!”
Una narrativa que demanda mucha tela. Cuando se asumen expectativas elevadas y desafíos “por la fuerza”, se debe contar con una nación motivada, organizada y dispuesta. Contar con maquinaria y militancia es crucial. El trabajo político es inmenso. Lo primero es mucha humildad y capacidad de seducción. Decir “me rodearé de los mejores y que mi gobierno no será una presidencia de cuotas”, es agua de Trevi para algunos, pero sal para otros…Los pactos de gobernabilidad política en una transición compleja de tiranía y absolutez a democracia, no es cosa sólo de mejores, sino de estadistas, articuladores y operadores políticos. La fuerza es la impertérrita unidad. Sugiero revisar a fondo el caso Chileno, de cómo Ricardo Lagos en un gesto inteligente de visión política y magnanimidad cedió el testigo Patricio Aylwin [aceptado por Pinochet] para ser el presidente de la transición. Más tarde Lagos fue presidente.
La profesora Tamara Adrián-muy preparada- tuvo momentos elocuentes y lúcidos. Su prístino sentido de construir una gran coalición fue brillante. “No podemos caer en el riesgo de permitir divisiones, rencillas y fracturas entre nosotros. El retorno a la democracia es construir una gran unidad. “¡Winter is coming!”, sentenció anticipando frías tempestades que demandan colaboración. «No es hora de políticos sino de estadistas», fue una máxima inmensamente acertada…por no ser una cuestión eminentemente electoral sino sensiblemente republicana, un cambio para restituir el estado de derecho, la justicia, la separación de los poderes, el orden de la ley, con sentido de inclusión concluyó.
Le sugerimos desarrollar a profundidad un verbo que penetre los corazones… como primer paso a la reconstrucción del estado.
Hombres bien parados, bien centrados y acicalados
Comencemos por Andrés Caleca. Un hombre sensato. “Si el régimen no respeta la voluntad popular entonces nos encontrará en el asfalto…pero unidos. Tengo mis convicciones como la tienen todos Uds. y esa convicción es derrotar a la dictadura. Convocó un nuevo pacto político, sin show-informando al país-a puerta cerrada, sincero. «[A los jóvenes] no les ofrezco nada, sino luchar por ese futuro que Uds. tienen”.
Caleca es un candidato de millaje político. Servidor público, ex presidente de Ferrominera y ex presidente del CNE, sabe perfectamente qué terreno pisa. Su debilidad partidista puede convertirse en su fortaleza. Un líder con roce de calle, sin dogma y preclaridad en lo económico, capaz de enlazar extremos. Le recomiendo construir base organizacional y rodearse con esos jóvenes a quienes llamó a luchar por su futuro
Freddy Superlano mostró garra. «Si Barinas pudo Venezuela también puede». Si no vamos todos unidos este debate se convertirá en ideas preñadas de buenas intenciones. Tenemos que cerrar el Helicoide y convertirlo en un museo que jamás olvide la tortura y las aberraciones que se cometieron en ese antro.” Esta prédica fue uno de los momentos memorables del debate…Superlano sorprendió porque demostró gran soltura, narrativa estadista y asertividad en la elección de etiquetas de conciencia. Se concentró en desafiar a Maduro sin incurrir en diatribas. Fue inteligente en llamar a un barinazo y la simbología de cerrar El Helicoide…Le sugiero elevar la narrativa sobre educación, por ser profesor. Salir del Estado adoctrinador para entrar en el estado docente, es una oferta central constructiva y formadora.
Carlos Prosperi-el más joven-sacó a relucir un verbo político pulido. “El que gane las primarias contará con el respaldo inequívoco de AD”. Abogó por la educación, llevar a Venezuela a la modernidad, a la tecnología. Pidió perdón por los errores cometidos al tiempo de decir, es momento de dejar atrás el pasado y luchar por un futuro en democracia y libertad. “Los llaneros y los adecos tenemos palabra”, sentenció con empatía. Prosperi también sorprendió a la audiencia por su calma y cordura. Maneja bien el consenso visualizando el día siguiente y el regreso a casa. Importante su voluntad de celebrar un pacto de gobernabilidad y reencuentro.
A Prosperi le recomiendo seguir manejando el discurso de redención política, asumir la responsabilidad histórica de errores que nos llevaron a desandar caminos andados por causa de un resentimiento exacerbado. Es el único que ha encarado este impostergable gesto de alivio republicano. Sin perdón no hay paz.
Andrés Velásquez, el hombre que se come a edad [una gran virtud en un político] habló con su acostumbrada fuerza y frontalidad. Leal a sus orígenes de líder obrero, alertó que “tenemos que rescatar el salario del Venezolano […] Nicolas Maduro no va a elegir nuestro candidato, lo va a elegir el pueblo de Venezuela. La acción del gobierno tiene que ser la libertad de todos los presos políticos. La mejor manera de lograr los objetivos es mediante el cambio político. Las primarias son una herramienta para alcanzarlo y debe quedar claro que el candidato que quede elegido a ese hay que defenderlo…”. Velásquez fue enfático en anticipar que vivimos en una dictadura que no le bastó reprimir al pueblo, sino además lo ha matado de hambre. Prohibido olvidar a nuestros jóvenes caídos”. Andrés es un político experimentado., por lo que debe convertirse en un articulador de base la oposición…
Finalmente, pero no menos importante, Cesar Pérez Vivas. Muy interesante su discurso que anticipa respeto a la voluntad popular, vocación de pacto y paz social. No más reelección. “Propongo un pacto de unidad que, al día siguiente de elegir el candidato único de oposición, nos comprometa a darle nuestro absoluto respaldo. La única garantía de estabilidad para nuestros jóvenes es restablecer el estado de derecho y los principios republicanos. Me gustó su toque espiritual y de frescura andina. “Doy gracias a Dios por estar aquí”, fueron sus primeras palabras. Al igual que Andrés Velásquez y Caleca, Perez Vivas es un veterano conocedor de la importancia de sumar, por lo que debe convertirse en una bisagra eficaz entre el antiguo régimen y el que vendrá, recogiendo los platos rotos de un presente irredento y miserable. Su capacidad de articulación es notoria y espiritualmente noble.
Comentarios finales
Ha sido un debate de altura, entre venezolanos valientes, preparados, honestos, que no hacen del verbo, descalificación. Triunfó la concordia y el respeto.
La gente percibe “ganador”, quien se condujo con la combinación virtuosa de un buen líder: humildad, conocimiento y determinación. Las frases de impacto: “Hay que cerrar el helicoide (Superlano); esto se gana por la fuerza (María Corina); nos esperarán en el asfalto (Caleca); mi primer decreto, liberar los presos políticos (Delsa); pido perdón (Prosperi); no más reelección (Pérez Vivas); necesitamos estadistas no políticos (Adrián); Los Adecos y llaneros tenemos palabra (Prosperi).” El símbolo de unidad, aunque aún difuso, si está en pleno proceso.
Y Atención: Si las primarias las gana un inhabilitado[da], ello demanda una estrategia de reivindicación, consenso y/o sucesión política urgente. Se debe bajar pugnacidad y tender puentes. Cobrar el 2024 solicita primero cobrar el 2023. O avalanchas o se cede el testigo. Sugiero revisar el Pacto de Concertación Chileno, Bitar-Lowenthal, o el Español o el Brasilero. La transición en Venezuela es pactada. No resiste llegada y mesa limpia; no concibe una ruptura absoluta con el pasado autoritario. Y ese pacto, comienza por casa…
Algo bueno tiene que pasar. Tenemos una oportunidad de oro de decir, Venezuela la alegría viene. El debate elevó la voluntad de lucha y el espíritu identitario. Se avecinan vientos de libertad y de restauración democrática. Aprovechémoslos con inteligencia, desprendimiento y generosidad. Que siga el debate…
@ovierablanco
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