“La noche del demonio: la puerta roja” es el quinto y último episodio de la terrorífica saga “Insidious”, iniciada en 2010. La película da cierre a varios acontecimientos que involucran a la familia Lambert, con miembros del reparto original de la franquicia en escena.

Patrick Wilson (Josh) además de actuar dirige por primera vez teniendo herramientas de sobra para empujar el suspenso. Como se sabe el actor ha protagonizado otras sagas como “El Conjuro” y eso se siente.

Ty Simpkins (Dalton Lambert en la ficción), Rose Byrne (Renai Lambert), Andrew Astor (Foster Lambert) y Lin Shaye (la especialista Elise Rainier) repiten en sus personajes.

Con más suspenso que terror, la historia es capaz de mantener al espectador conectado y agarrado a la butaca. El único inconveniente es que su trama a ratos se torna redundante.

Algo que sí se disfruta es que en este último capítulo sus protagonistas entran en hipnosis constantemente, para desdoblarse. Por allí los espectadores de edad más avanzada puede que recuerden a la celebre saga de “Pesadilla en la calle del infierno”. Es como si de nuevo la maldad asechara en cada esquina de los sueños de ese mundo oscuro y bizarro que está, en este caso, tras la puerta roja.

Esta vez su protagonista (Dalton), ya convertido en un joven que asiste a la universidad, abrirá sin querer el cerrojo viajando a su subconsciente. El problema es que al haber reprimido recuerdos, no solo liberará a un demonio y su fuerza diabólica sino también descubrirá aspectos de su vida ocultos. En medio de la curiosidad, Dalton se enfrentará a un mal que amarrará al espectador en su juego.

Cierre emotivo

En la vuelta de tuerca, tanto Dalton como su para Josh desvelarán su profunda conexión y deberán avanzar juntos para evitar que el mal campe a sus anchas. Pero la única forma de que puedan lograrlo es adentrándose más que nunca en sus recuerdos y haciendo las paces.

En este viaje, que además les permitirá conocerse profundamente e incluso entender su pasado, padre e hijo deberán enfrentar una historia de la familia Lambert que les fue borrada de la memoria. Y, obvio, antes de que todo se salga de control volver a cerrar la puerta roja.

Si es fan de “Insidious” la disfrutará, y si no puede servirle como referencia para luego echar un vistazo a las anteriores. La película saca partido, además, a todas las referencias del cine de terror. Mucha niebla, sangre, fantasmas que aterran y un demonio que palpita son solo algunos referentes. Pero, en lo personal, me habría gustado ver más a ese demonio sembrando el miedo. Solo así habría sido un cierre más angustiante que emotivo, como acabó tornándose pues la familia fracturada volveré a recomponerse.

Con información de ÚN

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