Uno de los problemas que más preocupan a los padres es la alimentación de los más pequeños. ¿Qué alimentos son buenos para los niños? ¿Qué alimentos debemos racionar? Y estos alimentos que racionamos, ¿en qué medida debemos hacerlo? ¿Cómo podemos establecer buenos hábitos de alimenta.
1. Asociar la comida con buenas sensaciones
El momento de la comida no solo tiene como objetivo alimentarse; es un momento de comunicación familiar que, para muchas familias, supone el único momento diario en que todos los miembros se reúnen; es el momento adecuado para comunicarse.
2. Toda dieta debe ser variada
Si los niños reciben una dieta variada desde pequeños, tolerarán mejor los alimentos que no les gustan. Si existen problemas, podemos mezclar alimentos que les gusten mucho con otros que no les gusten a penas, y crear patrones de ingesta, (por ejemplo, alternar los trozos de cada alimento).
No es buena idea enmascarar los alimentos que no gustan, pues de esta forma disfrazamos el problema sin resolverlo.
3. NO usar la comida como refuerzo y/o castigo
Si lo hacemos, estaremos añadiéndole un valor positivo (en caso de usarla como refuerzo) o negativo (en caso de usarla como castigo), y ya hemos visto que no nos conviene. Así estaremos evitando que el niño asocie algunos alimentos como “buenos” y otros como “malos”.
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