El presidente de Colombia, Gustavo Petro, decretó oficialmente este jueves la emergencia económica y social en el departamento de La Guajira (norte), desde donde lleva gobernando junto a su gabinete toda la semana, por la sequía que azota esta desértica zona y «porque se avecina una calamidad pública».
«Es absolutamente pertinente decretar la emergencia económica y social, porque se avecina una calamidad pública, porque todas las probabilidades de los modelos climáticos nos están anunciando (…) la cercanía de una sequía que antes nunca se había visto en La Guajira, que agrava el fenómeno de El Niño y la crisis climática», dijo Petro desde Riohacha, capital departamental.
El mandatario agregó que esto tendrá consecuencias que serán «la muerte de niños y niñas, de viejos, de una degradación de la vida humana».
«Vamos a cambiar las prioridades del uso del agua en toda La Guajira, la primera prioridad (…) es el agua potable para consumo humano», continuó Petro, al hacer referencia a la escasez de recursos hídricos en la región y cómo se prioriza su uso para otros sectores, como cultivos.
Estos cambios, que defendió el mandatario, «tienen que ver con construir una nueva institucionalidad del agua, el agua no puede ser una mercancía», insistió al respecto, para lo que crearán un Instituto de Agua en este departamento.
El Gobierno y la fuerza pública colocarán «una flota de carros para llevar agua hasta el último rincón de La Guajira», labor de recuperación de los pozos que están a medio construir y la construcción de un «tubo» para llevar este recurso a toda la región son algunas de las propuestas que puso este jueves Petro sobre la mesa.
Por último, el presidente pidió a la Corte Constitucional dar luz verde a esta emergencia económica. Esta herramienta le permite aprobar decretos que, usualmente, deberían pasar antes por el Congreso.
El gobernante colombiano anunció hace unas semanas que utilizaría este mecanismo en la desértica región de La Guajira ante las condiciones que allá se viven, especialmente la falta de acceso al agua y los más altos índices de pobreza del país, así como el mayor número de muertes infantiles por desnutrición.
La Guajira es el departamento con las cifras más dramáticas de desnutrición infantil, con un total de 1.954 casos de desnutrición aguda en menores de 5 años en 2022, en una región habitada mayoritariamente por comunidades indígenas que viven en condiciones muy precarias, con dificultades de acceso al agua, alimentación y otros servicios básicos.
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