Mientras afina el ritmo ofensivo para tratar de dar alcance en las listas históricas de jonrones a Gary Sheffield (508 por 509), de dobletes a Hank Aaron (616 por 624) y de hits a Tony Gwynn (3116 por 3141), Miguel Cabrera abrirá un pequeño espacio el día de hoy para festejar los veinte años de su estreno en las Grandes Ligas.
!Cómo pasa el tiempo! El tango de Gardel que dice que 20 años no es nada, está más vigente que nunca en esta última campaña de Cabrera.
El 20 de julio de 2003 en Miami, después de intervenir en 368 juegos en filiales de los Marlins de Florida, entre las categorías de novatos y AA, fue convocado al equipo grande. A los 20 años de edad, en medio de su cuarta campaña como profesional, tenía average de .365 con 10 jonrones y 59 remolcadas en 29 juegos con el club Carolina Mudcats de la Southern League.
Todd Hollandsworth, jardinero izquierdo titular, no estaba respondiendo a las expectativas, por lo que la gerencia del club aceptó la recomendación del coach de tercera, el venezolano Oswaldo Guillén de darle la oportunidad al talentoso muchacho que había sido firmado con alta bonificación de $1.8 millones el 2 de julio de 1999.
Al finalizar el encuentro del jueves 19 de junio de 2003, que perdieron 5-1 ante los Mets en Miami, los Marlins anunciaron el ascenso de Cabrera.
“Jugará una posición distinta a la que suponíamos. Estamos buscando mayor producción de su parte como jardinero izquierdo, por eso decidimos darle esta oportunidad”, declaró el gerente general, Larry Beinfest, a Tom D’Angelo, del diario Palm Beach Post, mientras que el propietario Jeffrey Loria también se mostró muy entusiasmado con la decisión: “Contamos con mucha sangre joven en esta organización, es el momento adecuado para que la fanaticada disfrute de ese talento.
Y al día siguiente, Cabrera le dio la razón a ambos.
En el cierre del 11° inning, con un out en la pizarra y Alex González en la intermedia luego de conectar doble, sacó la bola por todo el centro ante el primer envío que le hizo el relevista zurdo Al Levine y dejó a las Mantarrayas en el terreno.
Los Marlins ganaron ese año la Serie Mundial, en seis juegos ante los Yanquis, y Cabrera aportó 4 bambinazos, incluido uno ante Roger Clemens en el clásico de octubre. Luego pasó a los Tigres desde 2008. Con ese club obtuvo cuatro títulos de campeón bate de la Liga Americana, una Triple Corona de Bateo y dos trofeos de Jugador Más Valioso, entre otras distinciones.
Al finalizar esta campaña dirá adiós y a esperar hasta 2029 para ser inmortalizado en el Salón de la Fama.
Con información de Lider en Deportes
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