El presidente de Colombia, Gustavo Petro, pidió investigar un supuesto caso de corrupción que involucraría a altos funcionarios del anterior gobierno y a dos empresas italianas, así como al ex primer ministro italiano Massimo D’Alema que habría tratado de mediar en la venta de varias naves y aviones de guerra en una operación por la que esperaban repartirse 80 millones de euros.
La investigación de la Fiscalía de Nápoles, revelada hoy por el Corriere della Sera, incluye también a Alessandro Profumo, exconsejero de administración de Leonardo, y a Giuseppe Giordo, exdirector general de la división de buques de guerra de Fincantieri, entre otros.
Tras conocerse esta noticia, Petro cuestionó los «80 millones de dólares en sobornos» que «se iban a distribuir por compra de equipos militares navales entre una empresa italiana y altos funcionarios del anterior Gobierno».
«La investigación italiana avanza, solicito a la Fiscalía iniciarla en Colombia», pidió el mandatario en un mensaje en Twitter.
A su petición reaccionó la exvicepresidenta y excanciller Marta Lucía Ramírez, quien aseguró que en su cargo no tuvo «funciones de compra de equipo militar», tratando de desmarcarse de la polémica, a pesar de que según medios locales la cartera que ostentó también figura en la lista.
«Ni como vicepresidenta tuve funciones relacionadas con compra de equipo militar, ni como canciller recibí información sobre el escándalo contra exprimer ministro de Italia Massimo D’Alema. La Embajada de Colombia manejó el tema con los ministerios de Defensa de ambos países», agregó.
También contestó a Petro el exministro de Defensa Diego Molano, para recordarle que, por el momento, la investigación es a D’Alema y que el Gobierno de Iván Duque «alertó al viceministro de Defensa italiano de sospechas de un privado negociando por fuera de la institucionalidad».
EL CASO
El asunto fue desvelado hace más de un año por medios italianos, según los cuales los investigados habían sido promotores de la iniciativa de vender al Gobierno colombiano productos de estas empresas italianas, Leonardo y Fincantieri, con participación pública, en concreto aviones M 346, corbetas, pequeños submarinos y equipos de astillero.
Entre los investigados figuran además Francesco Amato y Emanuele Caruso, que trabajaron como consultores para la cooperación internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia y lograron tener contacto con D’Alema, quien por su amplia y conocida trayectoria política actuó como mediador informal en las relaciones con Profumo y Giordocomo, según Corriere della Sera.
Entre los nombres mencionados en el medio italiano figura, precisamente, el nombre de Ramírez, así como de Germán Monroy Ramírez y Francisco Joya Prieto, delegados de la comisión del Senado de Colombia.
Según las investigaciones periodísticas de hace un año, D’Alema, jefe del Gobierno italiano entre 1998 y 2000, intentó actuar en calidad de mediador en nombre de un bufete de abogados de Miami (EEUU) con el Gobierno de Colombia.
«El acuerdo solo se rompió en el último momento», añadieron entonces los medios.
Ya en aquella ocasión, D’Alema, que no tiene cargos políticos e institucionales desde 2013, aseguró: «Yo intenté echar una mano a las empresas italianas para que aceptaran un encargo importante. Personalidades colombianas se pusieron en contacto conmigo y me dijeron que estaban dispuestos a apoyar esta hipótesis. Obviamente, alguien se molestó e intervino para evitarlo».
Con información de EFE
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