Así están en Venezuela por el recibimiento que ha dado el señor Lula al señor Maduro en Brasil con ocasión de la cumbre que se está celebrando en ese país, así como las declaraciones relativas a lo que ocurre en el mundo respecto de este y la percepción que al respecto tiene el presidente del gigante del sur.
Me llama la atención especialmente la conclusión de algunos en el sentido que, siendo Lula amigo de Maduro, es impensable considerar al presidente brasilero como mediador en la crisis venezolana. Creo, en tal sentido que hay que poner las cosas en perspectiva para mejor comprensión.
Maduro y Lula tienen relaciones de Estado de años – muchos años – generando entre ellos un vínculo que, según algunos, se estrechó con el tema Ofebrecht. Eso ocurre desde hace casi 20 años.
A los venezolanos se nos olvida que Maduro ha sido la persona que más tiempo ha ocupado este último cuarto de siglo la dirección de la cancillería venezolana; asimismo parecemos obviar que tiene 10 largos años en ejercicio pleno de la presidencia. Esa persona, que muchos subestiman, ha labrado en ese tiempo relaciones que le han permitido mantenerse en el poder, contra viento y marea.
A esa persona nadie garantiza que un adversario lo pueda convencer de algo, pero es más probable que un amigo pueda sensibilizarlo.
Bajo ese supuesto, uno entiende que muy probablemente la intervención del presidente brasilero en la crisis venezolana tendería a tratar de colaborar con quien ejerce como su homólogo.
Ello no necesariamente implica que su contribución no pueda ser relevante para resolver nuestra crisis. Por el contrario, la cercanía entre ambos obliga a quienes aspiran sustituir en la dirección de los destinos venezolanos a sus actuales conductores, a la prudencia. Así, el silencio o una discreta y diplomática conversación con el señor Lula será mucho más productiva que el habitual reclamo que algunos sectores nacionales e internacionales, improperios incluido, hacen respecto de cualquier acercamiento que algún dirigente del mundo haga respecto de quienes dirigen los destinos venezolanos.
Quizás si observaremos como actúan otras naciones que felicitan de primero al señor Erdogan por su reciente elección a pesar de su escaso-o nulo- talante democrático y que adicionalmente tienen estrechas relaciones con Arabia Saudita, a pesar de conocer que líderes de ese están involucrados en el asesinato en una sede diplomática y posterior desaparición de un opositor, nos conduciría a no evaluar tan en blanco y negro las cosas pues, cuando menos en política, estas no son así.
Todo aquél que siendo amigo de la gestión que se adelanta en Caracas desde abril del 2013 pueda ser sensibilizado a los fines de ayudar a resolver nuestro conflicto, debe ser tocado, a sabiendas de esa relación pues esta, a la larga puede facilitar, mucho más posibles soluciones que las sanciones que se han impuesto y cuyo resultado a la vista está.
Para el liderazgo alternativo del.pais, lo ocurrido en Brasil no debe alarmar, lo que debe es acicatear para buscar la forma de sensibilizar a ese presidente o a cualquier otro, a expresidentes o líderes amigos del proceso que se desarrolla en Caracas, en función de los intereses internos que se representan. Eso, en lo personal, lo llamaría pragmatismo.
Gonzalo Oliveros Navarro
@barraplural
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