22 de noviembre de 2024 5:09 AM

Las relaciones tóxicas y sus consecuencias para la salud física y mental

No siempre resulta sencillo darse cuenta de que se está en una relación tóxica. Los comportamientos de este tipo no suelen comenzar de un modo evidente, de hecho es habitual que comiencen de forma que quien los sufre apenas se da cuenta de lo que está pasando hasta que es demasiado tarde y le resulta muy complicado salir de la relación a causa de la dependencia emocional que crean.

Se considera que una relación es tóxica cuando produce daño a una o ambas partes implicadas. Son relaciones destructivas, que generan malestar y, aunque habitualmente asociamos este tipo de situaciones con las relaciones de pareja, pueden darse en otros ámbitos de la vida, como en las relaciones familiares o de amistad.

Cómo saber si una relación es tóxica

Cada vez es más frecuente diferenciar entre relaciones tóxicas y relaciones sanas, pero no siempre sabemos hacerlo. Sin embargo, existen ciertas señales de alarma que pueden hacernos notar que la relación que mantenemos es tóxica, algunas son más evidentes que otras y también más conocidas.

Por ejemplo, no es una relación sana aquella en la que se dan comportamientos como el gaslighting o luz de gas, donde se hace creer a la otra persona que no puede confiar en su propio criterio; tampoco lo son aquellas relaciones que se basan en la desigualdad, en general en estos casos, una persona tiene poder sobre la otra, lo que impide que tome decisiones libremente.

Si en la relación existe miedo ante el enfado del otro, a sus reacciones, si existe temor en lugar de respeto, comprensión y confianza, es muy probable que estemos en ante una relación tóxica, también si en todo momento se busca la aprobación de la otra persona, una dependencia emocional que no se encuentra en vínculos sanos, donde la autoestima de uno no depende del otro.

Relaciones tóxicas: tipos

A pesar de que leyendo sus características parece evidente cuándo una relación es tóxica, existen muchos tipos, no hay un solo modelo de toxicidad. Las relaciones de co-dependencia son solo un ejemplo de ellas, esas en las que los dos individuos anteponen el bienestar del otro al suyo propio.

Existen aquellas en las que se busca suplir una carencia personal con la relación, porque consideras que te aporta lo que a ti te falta. Relaciones basadas en el amor romántico en el que muchos han sido educados, idealizando el amor, o aquellas en las que la comunicación no es abierta y sincera, sino que se produce de un modo hostil. Relaciones basadas en la mentira, otras en el miedo.

Cuáles son las secuelas de estas relaciones

Este tipo de relaciones suele tener ciertas consecuencias para la salud mental. Se suelen asociar con depresiones, aislamiento social o ansiedad, pero también produce una baja autoestima e incluso sentimiento de culpa y vergüenza. También puede generar trastornos en la alimentación e incluso provocar comportamientos autolesivos. Puede derivar en comportamientos obsesivo compulsivos y producir trastornos del sueño.

En determinadas ocasiones, pueden llegar a generar traumas en las personas e incluso derivar en un trastorno de estrés postraumático.

Consejos para salir de una relación tóxica

El primer paso es ser consciente de que se está en una relación de este tipo y, una vez dado ese paso, hay que buscar la forma de salir. Buscar apoyo es esencial, porque este tipo de relaciones tienden a aislar a la persona, también el autocuidado, físico y emocional, reforzar la autoestima perdida, pero sin duda buscar ayuda profesional se convierte en imprescindible para poder superar las secuelas de una relación tóxica.

Con información de 20Minutos

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