La primera vacuna contra el Covid-19 basada en ARN mensajero desarrollada por China comenzó a emplearse este domingo en la provincia norteña de Hebei, recogen hoy medios estatales.
El primer lugar donde comenzó a administrarse la fórmula fue en Shijiazhuang, donde la población puede recibir la vacuna creada por el grupo CSPC Pharmaceutical, informa el diario oficialista Global Times.
Las autoridades sanitarias chinas aprobaron el uso de emergencia de este fármaco a finales de marzo y recomendaron su uso como refuerzo de inmunizaciones previas, en especial frente a las variantes ómicron del virus.
Según la compañía farmacéutica, su vacuna de ARN mensajero induce una buena protección cruzada contra las citadas variantes, responsables en el pasado invierno del mayor brote de coronavirus vivido en China desde que comenzó la pandemia y que llevó al rápido contagio de un alto porcentaje de la población.
El Grupo Central para la Prevención y Control del Nuevo Coronavirus también recomendó el uso alternativo como refuerzo de otra vacuna desarrollada en plataforma tradicional, la SCTV01E, de la empresa Sino Cell Tech, que acaba de finalizar la tercera y última fase de ensayos clínicos.
De acuerdo al rotativo, un número creciente de personas ha asegurado en las redes sociales chinas que se ha contagiado por segunda vez de covid-19 en los últimos días, aunque en general con síntomas más suaves que en la primera ocasión.
El Centro para el Control de Enfermedades de China informó a finales de abril pasado de que las variantes predominantes del virus en el país asiático son las de ómicron, que suponían en ese momento un 74,4 % de los casos locales y un 97,5% de los importados.
La campaña de vacunación en China continental se había basado hasta ahora en vacunas producidas por las empresas nacionales Sinovac, Sinopharm y CanSino, que emplean vectores inactivados del adenovirus, una de las plataformas vacunales más tradicionales y seguras que existen pero cuya eficacia es menor que la de las basadas en ARN mensajero.
China ha rechazado usar vacunas de ARN mensajero procedentes del extranjero, decisión que le ha valido al país asiático críticas por parte de expertos internacionales.
El pasado 8 de enero, las autoridades redujeron de la categoría A -nivel de máximo peligro- a la B la gestión de la covid-19, marcando así en la práctica el final de la política de ‘cero covid’.
A la retirada de las restricciones le siguió una oleada de infecciones en todo el país, durante la cual se registraron momentos de gran presión hospitalaria.
En aquellas fechas, algunas voces criticaron una posible falta de preparación por parte de las autoridades antes de relajar las medidas.
Entre el 8 de diciembre y el pasado 9 de febrero, período que cubre la retirada de las medidas de prevención más estrictas y la posterior ola de contagios, se registraron oficialmente en China 83.150 muertes en hospitales relacionadas con el Covid-19.
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