22 de noviembre de 2024 10:59 AM

Qué es y cómo se trata el TOC que padece David Beckham

En un avance de la serie documental sobre su vida, el ex futbolista habló del patrón de comportamiento que sufre y lo obliga a pasar horas limpiando y ordenando su mansión. Cuáles son los síntomas y cómo actuar.

El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) se caracteriza por un patrón de pensamientos y miedos no deseados (obsesiones) que provocan en quien lo padece comportamientos repetitivos (compulsiones). Estas obsesiones y compulsiones interfieren en las actividades diarias y causan un gran sufrimiento emocional.

El exfutbolista David Beckham ya había revelado que padecía un TOC cuando todavía era futbolista. “Todo debe estar ordenado en línea recta y (las cosas) siempre deben ser pares. Cuando meto los refrescos en la nevera, deben ser números pares, si son impares quito uno y lo meto en un armario distinto. Si voy a un hotel, antes de relajarme tengo que poner todos los panfletos y los libros que haya en la habitación dentro de un cajón. Todo debe estar impecable”, había contado Beckham a una cadena de televisión británica en 2006.

Y lo cierto es que su obsesión por el orden y la limpieza lejos de mejorar, empeoraron en los últimos años, según pudo verse en un avance de la serie documental sobre la vida del exfutbolista que Netflix estrenará a fin de año. En esas primeras imágenes, Beckham admitió que este patrón de comportamiento le obliga a quedarse despierto por la noche, mientras todos duermen, para limpiar y ordenar la mansión donde vive con su mujer, Victoria Beckham.

“Cuando todos están en la cama, yo doy vueltas por la casa, limpio las velas usadas, enciendo los interruptores para que queden correctamente alineados y me aseguro de que todo esté ordenado”, contó.

Según explicaron especialistas de la Clínica Mayo, “las personas que padecen este trastorno pueden intentar ignorar o detener sus obsesiones, pero eso solo aumenta su sufrimiento emocional y ansiedad”. “Finalmente, sienten la necesidad de realizar actos compulsivos para tratar de aliviar el estrés —explicaron—. A pesar de los esfuerzos por ignorar o deshacerse de los pensamientos o impulsos que le molestan, estos vuelven una y otra vez. Y esto conduce a más comportamientos ritualistas, lo que se conoce como el círculo vicioso del trastorno obsesivo compulsivo”.

Lo sufren a diario millones de personas en todo el mundo, sin distinción de sexo o clase social. Afecta hasta al 2 % de la población mundial, y entre el 20 y 40 % de los casos no responden a los tratamientos farmacológicos o conductuales tradicionales.

Síntomas para reconocer la obsesión

“Las obsesiones del trastorno obsesivo compulsivo son pensamientos, impulsos o imágenes repetidos, persistentes y no deseados que son intrusivos y causan aflicción o ansiedad”, describieron desde la Clínica Mayo. Y ampliaron: “Estas obsesiones suelen entrometerse cuando intentas pensar o hacer otras cosas”.

Las obsesiones a menudo tienen temáticas, tales como miedo a la contaminación o a la suciedad, dudar y tener dificultades para tolerar la incertidumbre, necesidad de tener las cosas ordenadas y simétricas, pensamientos agresivos u horribles sobre la pérdida de control y el daño a sí mismo o a otros, pensamientos no deseados, incluida la agresión, o temas sexuales o religiosos.

En ese sentido, los especialistas señalan que “algunos ejemplos de los signos y síntomas de la obsesión incluyen miedo a ser contaminado por tocar objetos que otros han tocado, dudas de que se haya cerrado la puerta o apagado la estufa, estrés intenso cuando los objetos no están ordenados o posicionados de cierta manera, imágenes de conducir el automóvil entre una multitud de gente, pensamientos sobre gritar obscenidades o actuar inapropiadamente en público, imágenes sexuales desagradables, evitar las situaciones que pueden desencadenar obsesiones, como el apretón de manos”.

En tanto, “las compulsiones del trastorno obsesivo compulsivo son comportamientos repetitivos que la persona se siente impulsado a realizar. Estos comportamientos repetitivos o actos mentales tienen como objetivo reducir la ansiedad relacionada con las obsesiones o evitar que algo malo suceda. Sin embargo, dejarse llevar por las compulsiones no trae ningún placer y puede ofrecer solo un alivio temporal de la ansiedad”.

“La persona puede inventar reglas o rituales que le ayuden a controlar la ansiedad cuando tenga pensamientos obsesivos —explicaron los especialistas—. Estas compulsiones son excesivas y a menudo no están relacionadas de manera realista con el problema que pretenden solucionar”.

Al igual que las obsesiones, las compulsiones suelen tener temas como: lavado y limpieza, comprobación, recuento, orden, seguir una rutina estricta, exigir tranquilidad. Mientras que algunos ejemplos de signos y síntomas de compulsión incluyen “lavarse las manos hasta que la piel se vuelve áspera, comprobar las puertas repetidamente para asegurarse de que están cerradas, revisar la cocina repetidamente para asegurarse de que está apagada, contar en ciertos patrones, repetir en silencio una oración, palabra o frase, arreglar las conservas para que tengan el mismo frente”.

La gravedad varía

El trastorno obsesivo compulsivo suele comenzar en la adolescencia o en la edad adulta joven, pero puede comenzar en la infancia. Los síntomas suelen comenzar progresivamente y tienden a variar en su gravedad a lo largo de la vida. Los tipos de obsesiones y compulsiones que experimentan las personas también pueden cambiar con el tiempo. Los síntomas suelen empeorar cuando se experimenta un mayor estrés. El trastorno obsesivo compulsivo, que suele considerarse un trastorno de por vida, puede tener síntomas de leves a moderados o ser tan grave y prolongado que se vuelve incapacitante.

Cuándo consultar a un médico

En este punto, los expertos de Clínica Mayo diferenciaron entre “ser un perfeccionista (por ejemplo, alguien que busca resultados perfectos o un rendimiento impecable) y tener un trastorno obsesivo compulsivo”. “Los pensamientos de una persona con trastorno obsesivo compulsivo no son simplemente preocupaciones excesivas por problemas reales en sus vidas o el placer de tener las cosas limpias y ordenadas de una manera específica —aclararon—. Si las obsesiones y compulsiones afectan la calidad de vida, es momento de consultar a un médico o a un profesional de la salud mental”.

Es poco frecuente que los afectados superen un trastorno obsesivo compulsivo sin ayuda profesional. Puede ayudar una terapia conductiva, ejercicios de relajación, meditación, un grupo de autoayuda o también medicamentos.

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