El ciclón Ilsa alcanzó este jueves la categoría cuatro (sobre un máximo de 5) a medida que avanza hacia las remotas costas del noroeste de Australia, donde se ha activado la alerta ante la llegada prevista para esta noche.
La región noroccidental del país, donde se encuentra el mayor centro de exportación de hierro del mundo, podría verse afectada por el ciclón tropical más potente de la última década, mientras los puertos desalojan los barcos y los residentes se apresuran a abastecerse de suministros esenciales.
La Oficina Australiana de Meteorología informó que se prevé que Ilsa toque tierra entre la ciudad de Port Hedland, con unos 4.250 habitantes, y la comunidad aborigen de Bidyadanga, alrededor de 500 residentes, el jueves por la noche o a más tardar la madrugada del viernes.
Ilsa, que gana fuerza y actualmente registra vientos sostenidos de 165 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 230, llevará intensas lluvias durante su desplazamiento hacia el interior de Australia, donde al final del viernes comenzará a perder intensidad, agregó en su portal el organismo oficial.
«Todo el mundo está nervioso», dijo hoy Peter Carter, alcalde de Port Hedland, donde el «impredecible» ciclón podría impactar con un máximo de rachas de viento de hasta 275 kilómetros por hora, a la cadena pública ABC.
Evacuaciones y acopio de alimentos
Antes de la llegada del ciclón, las autoridades preparan material de emergencia y hacen acopio de alimentos ante el riesgo de que las poblaciones más impactadas por Ilsa queden aisladas.
Además, se han evacuado a trabajadores de estaciones de ganado y explotaciones mineras, así como a las personas que se encontraban en un campin de caravanas.
«Sin electricidad, no tenemos agua y posiblemente ni siquiera comunicaciones (…) por lo tanto, si podemos mantener el suministro eléctrico estaremos bien, gestionaremos todo lo demás y cualquier daño que se produzca», declaró hoy la jefa ejecutiva de Bidyadanga, Tania Baxter, a la ABC.
Las autoridades australianas activaron ayer la alerta amarilla en el noroeste del país, donde en 2007 el ciclón George, de categoría cinco, golpeó precisamente Port Hedland.
Los ciclones tan poderosos no son comunes en Australia, si bien cada cierto tiempo alguno golpea el norte del país oceánico, como el ciclón Yasi, de categoría cinco, que arrasó el estado nororiental de Queensland en febrero de 2011, y dejó un muerto y cuantiosos daños.
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