El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, han tenido un conflicto público en los últimos meses. Este conflicto se ha intensificado debido a las diferencias ideológicas y políticas entre ambos líderes. La discusión inició cuando Bukele publicó un video en el que se ve a Petro criticar los métodos del mandatario salvadoreño y llamando “campo de concentración” a una cárcel en la que están presos miles de miembros de las maras que han sido capturados, en su mayoría durante el régimen de excepción en vigor desde hace un año.

Por: Oriana Mendoza

A continuación, se analizarán los principales puntos de desacuerdo entre los dos mandatarios:

Uno de los temas que ha generado más controversia entre Petro y Bukele es la política migratoria de El Salvador. Petro ha criticado duramente la decisión de Bukele de cerrar las puertas del país a los migrantes centroamericanos. El mandatario colombiano ha calificado esta medida como una violación de los derechos humanos y ha instado a Bukele a cambiar su postura.

Por su parte, Bukele ha defendido su política migratoria argumentando que su país no puede hacerse cargo de todos los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos. Además, ha señalado que su gobierno está trabajando en la creación de empleo y en la mejora de las condiciones económicas para evitar la migración.

Por otro lado la confrontación desde sus perfiles en Twitter, en los que suelen ser muy activos, ocurre un mes después de que Bukele inaugurara el llamado Centro de Confinamiento contra el Terrorismo, que él mismo ha denominado “la cárcel más grande de América”, y adonde han sido trasladados cerca de 2.000 pandilleros apresados. La ofensiva del Gobierno salvadoreño contra las maras ha sido criticada por organizaciones de Derechos Humanos, que acusan al Ejecutivo de usar torturas y otros métodos arbitrarios para ese fin.

En el video, grabado durante la entrega de la sede tecnológica El Ensueño, en el sur de Bogotá, se ve a Petro afirmar: “El presidente de El Salvador se siente orgulloso porque redujo la tasa de homicidios a partir, dice él, de un sometimiento de las bandas que hoy andan en esas cárceles, en mi opinión, dantescas”. Más adelante, agrega: “Nosotros logramos reducir, igualmente, esa tasa de homicidios, de criminalidad, de violencia, pero no a partir de cárceles, sino de universidades, de colegios, de espacios para el diálogo, de espacios para que la gente pobre dejase de ser pobre”.

Otro tema de discordia entre los dos presidentes es la gestión de la pandemia del COVID-19. Petro ha criticado la forma en que Bukele ha manejado la crisis sanitaria, alegando que el presidente salvadoreño ha violado los derechos humanos al imponer restricciones excesivas. En este sentido, Petro ha señalado que el gobierno de Bukele ha utilizado la pandemia como excusa para fortalecer su poder y reprimir la disidencia. Bukele, por su parte, ha defendido su gestión de la pandemia argumentando que las medidas tomadas han sido necesarias para proteger la salud de la población. Además, ha afirmado que su gobierno ha trabajado para garantizar el acceso a los servicios de salud y para mitigar los efectos económicos de la pandemia.

Finalmente, otro tema que ha generado controversia entre los dos presidentes es la política económica. Petro ha criticado la política económica neoliberal de Bukele y ha propuesto un modelo más justo y equitativo. En este sentido, el mandatario colombiano ha señalado que la prioridad debe ser el bienestar de la población y no el beneficio de las grandes empresas. Bukele, por su parte, ha defendido su política económica argumentando que ha permitido la creación de empleo y el crecimiento económico. Además, ha afirmado que su gobierno está trabajando en políticas sociales para reducir la pobreza y la desigualdad.

Dado por ello los conflictos entre los presidentes Gustavo Petro y Nayib Bukele se basa en diferencias políticas e ideológicas en temas clave como la política migratoria, la gestión de la pandemia y la política económica. Aunque ambos líderes han mostrado posturas irreconciliables en estos temas, es importante recordar que la diplomacia y el diálogo son fundamentales para la resolución pacífica de conflictos.

Con información de El País

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