El mundo no se recuperará de las crisis en serie si «olvida» a las naciones más pobres, sostiene la alta representante de la ONU para los países menos desarrollados, que reclama más inversiones públicas y privadas en estas naciones dependientes de la ayuda internacional.
Pandemia de coronavirus, desastres naturales y conflictos como la guerra de Ucrania. Los denominados 46 países menos adelantados (PMA), donde viven 1.200 millones de personas, son los que «sufren posiblemente el mayor de todos estos impactos», dice Rabab Fatima en una entrevista con la AFP antes de la conferencia sobre desarrollo que tendrá lugar próximamente en Doha.
«El Covid-19 borró los avances de desarrollo (…) de una década o más en los PMA», subraya Fatima.
«Si realmente queremos invertir la tendencia y llevarlos al buen camino para alcanzar los objetivos del desarrollo sostenible…tenemos que invertir más esfuerzos y recursos en los PMA», asegura.
En 2015, el mundo definió 17 objetivos de desarrollo sostenible para en 2030 poner fin a la pobreza, extender el acceso a la salud y la educación, garantizar la seguridad alimentaria y el acceso a energías limpias y asequibles.
«No puede haber recuperación sostenible ni victoria que celebrar en esta agenda 2030, si se olvida a los más rezagados: los PMA», enfatiza la alta funcionaria.
Aunque Fatima espera que los donantes tradicionales lleguen a Doha con «compromisos concretos», también recuerda el interés de los países más pobres de no depender tanto de la ayuda pública al desarrollo.
«Potencial»
Las crisis extendidas en los dos últimos años han «exacerbado las vulnerabilidades preexistentes» de estos países en desarrollo, a los que «hay que ayudarles a construir su resistencia ante futuras crisis, pandemias u otros».
El objetivo es «desarrollar la capacidad de los mismos PMA para reducir la dependencia de la ayuda y aumentar el comercio y las inversiones», insiste la responsable, que pone como ejemplo a su propio país, Bangladesh.
«Ha logrado garantizar su seguridad alimentaria plantando suficiente arroz, alimentos, para abastecer a 165 millones de personas. También, ha desarrollado servicios y el sector industrial, convirtiéndose en segundo exportador mundial de ropa».
Al igual que otros 15 países en vías de salir del grupo PMA, Bangladesh está a punto de obtener esta certificación, prevista para 2026.
Experiencias que Rabab Fatima insta a compartir entre los países del grupo. Porque «ante un horizonte en el que se reduce la ayuda, tendrán que construir su propia capacidad» de desarrollo.
El «potencial» de los PMA se refleja en el interés del sector privado,y en ese sentido, se esperan en la conferencia de Doha «un elevado número de entidades» tanto del hemisferio Norte como del Sur.
Y el «sector privado no está ahí por caridad, está ahí para hacer negocios», asegura, recordando su interés en los recursos naturales de estos países, en su mayoría africanos, pero también la existencia del capital humano con una inmensa población joven que significa un importante potencial para el desarrollo económico.
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