Vanessa Lorente, de 22 años, confió en las personas que no debía. La obsesión de Isabel Marcos, de 24 años, la cegó tanto que perpetró un crimen contra su mejor amiga por un bebé de cuatro meses.

Después de 72 horas de interrogatorio, Isabel Marcos confesó que había asesinado y enterrado a la joven madre en la casa de sus padres para quedarse con el pequeño.

Vanessa Lorente llevaba desaparecida desde el 16 de agosto de 2002. Desde entonces, Marcos había tomado al menor, identificado como Daniel, para hacerlo pasar como su propio hijo.

Según el diario español El Mundo, en el crimen estuvieron involucrados su marido y sus padres, quienes la habrían ayudado.

La mujer no solo asesinó a su amiga, sino que fingió estar embarazada, sedó, golpeó y escondió el cuerpo. Todo esto para cumplir su mayor deseo: ser madre.

Sin embargo, las sospechas de sus vecinos se hicieron notar. De hecho, una llamada anónima a las autoridades fue la pieza clave para desvelar el crimen.

“Creo que hay una pareja que tiene un niño como propio y no es suyo”, revelaron medios locales.

La Guardia Civil realizó un proceso inmediato para averiguar la delicada acusación. Como era de esperarse, Isabel Marcos negó todo al respecto. No obstante, la investigación debía seguir.

Las autoridades decidieron realizar una prueba de ADN, análisis que efectivamente revelaría que la mujer no era madre del menor.

Después de la contundente prueba, a la mujer no le quedó más remedio que confesar y revelar el lugar en el que se encontraba el cuerpo de Vanessa Lorente, la verdadera madre.

El cuerpo estaba a un metro de profundidad en una propiedad de Queixeiro, parroquia de Ponte de Pedra (Monfero, España). Debido al terrible crimen, la culpable fue condenada a 30 años de prisión.

La mujer logró su mayor deseo

Su comportamiento en prisión ha sido bueno, lo que le ha dado la posibilidad de gozar de algunos beneficios.

Además, en prisión, Isabel Marcos conoció un recluso con el que inició una relación y terminó haciendo posible su mayor sueño: ser madre.

Sin embargo, tras dar a luz, el hombre no volvió a visitarla. Por lo pronto, lleva 21 años de condena.

Con información de EL TIEMPO

Síguenos en Telegram, Instagram y Twitter para recibir en directo todas nuestras actualizaciones