Una de las prácticas rutinarias para una buena higiene dental es el cepillado diario, pero por ser una actividad que prácticamente hacemos por inercia y de forma rutinaria es muy probable que tengamos algunas cosas que mejorar, que no sabemos y no nos damos cuenta.

Por: El Espectador de Caracas con información de 2001

Más allá de cepillarnos después de cada comida, hay detalles que pasamos por alto como esperar 30 minutos antes de cepillarnos luego de haber consumido algo cítrico, o la duración del cepillado, que nosotros creemos lo estamos haciendo bien, pero hay maneras de mejorarlos, y aquí te contamos cómo.

Tipo de cepillo: Las cerdas de los cepillos de diente no son todas iguales, las hay desde muy suaves para ser usadas en niños, como otras para los adultos que varían en dureza. Si sufres de gengivitis, lo recomendables es que te inclines por cerdas suaves para no lastimas tus encías, pero si la cerda es muy dura dañará el esmalte de tus dientes.

Crema dental: hay a quienes les gusta colocar mucha crema en el cepillo, pero lo cierto es que más cantidad de crema no significa más limpieza. La cantidad adecuada de crema dental que se debe colocar sobre el cepillo es la equivalente a un garbanzo.

Técnica de cepillado: la manera adecuada de limpiar nuestros dientes es de manera vertical, ya que de forma horizontal provocarás retracción de la encía. Debes barrer la placa en esta dirección en los dientes frontales, mientras que en las mueles lo debes realizar de forma circular.

Hilo dental: tanto el enjuague bucal, el colutorio o elíxires son complementos del cepillado. Las cerdas del cepillo no llegan a todos los rincones de nuestra cavidad bucal, por ello el uso de hilos dentales ayudarán a una limpieza más efectiva y profunda.

Enjuague: una vez terminado el cepillado no debes enjuagar tu boca en repetidas ocasiones. Con hacerlo una vez para quitar el exceso será suficiente. El resto del dentífrico seguirá actuando en la limpieza de tus dientes.

Cambio del cepillo: aunque no lo parezca ni lo podamos sentir, el cepillo de dientes va perdiendo su vida útil después de cierto tiempo, haciendo que el cepillado no sea óptimo. Cada 3 o 4 meses debemos reemplazar nuestro cepillo de dientes, o cuando sientas que las cerdas están perdiendo fuerza o están deformadas.