El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, explicó este lunes en rueda de prensa que la entrega de aviones a Kiev no convertiría a la Alianza Atlántica en parte del conflicto con Rusia. 

Según Stoltenberg, si la alianza enviara sus aviones a Ucrania para «garantizar una zona de exclusión aérea», ello implicaría una «participación directa» en el conflicto. Sin embargo, los suministros de aviones a Kiev no harían a la OTAN «parte del conflicto».

El jefe de la Alianza Atlántica comunicó que los ministros de Defensa de los países miembros la OTAN discutirán en Bruselas, los días 14 y 15 de febrero, el posible suministro de aviones a Ucrania, al tiempo que destacó que llevará mucho tiempo resolver esta cuestión. «Estamos en una carrera logística», declaró. Y agregó: «la rapidez salvará vidas».

«Debemos garantizar que Ucrania sea capaz de disuadir y de defenderse», indicó el jefe de la OTAN. En este sentido, detalló que se requiere asegurar que Kiev «disponga de unas fuerzas armadas más fuertes» tras el fin del conflicto con Rusia.  

Los envíos superan la capacidad de producción

Entre otras cosas, el alto funcionario reconoció que los envíos a Ucrania de armas de los Estados miembros de la OTAN superan la capacidad de producción operativa. «El ritmo actual de gasto en municiones de Ucrania es muchas veces superior a nuestro ritmo actual de producción», lo que —subrayó— pone a nuestras industrias de defensa bajo presión. En particular, detalló que el tiempo de espera para la munición de gran calibre ha aumentado de 12 a 28 meses y que «los pedidos realizados hoy solo se entregarían dos años y medio más tarde».

«Así que tenemos que aumentar la producción e invertir en nuestra capacidad de producción», concluyó Stoltenberg.

Mientras, Reuters reporta, citando fuentes al tanto del asunto, que antes del inicio de la operación especial militar rusa en Ucrania, en febrero de 2022, muchos Estados miembros de la OTAN no tenían suficientes municiones, de tal forma que los suministros a Kiev vaciaron los almacenes occidentales y sacaron a flote los problemas de eficacia, rapidez y mano de obra de las cadenas de suministro.

«Si Europa luchara contra Rusia, algunos países se quedarían sin munición en días», dijo un diplomático a la agencia. Ahora es probable que la Alianza Atlántica aumente los niveles objetivo de las reservas de munición de sus miembros, según una fuente.

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