Tras el derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, el 31 de octubre de 1958 se firmó el denominado “Pacto de Puntofijo”, un acuerdo de gobernabilidad entre los partidos políticos venezolanos, como Acción Democrática (AD), Copei y URD, que permitió la estabilización del sistema democrático por un período de cuarenta años.
Lamentablemente, en la actualidad los representantes de las organizaciones que participaron en ese acuerdo se olvidaron de los principios u objetivos que se plantearon los líderes de ese momento, que pese a lo que puedan opinar los detractores de ese proceso, que entre otros puntos buscaba la presentación de un programa de gobierno común, propiciar la implementación de un sistema político fundamentado en el gobierno civil y democrático, así como la defensa de la constitucionalidad y del derecho a gobernar conforme al resultado electoral, y entendiendo la importancia de la alternabilidad en el ejercicio del poder.
Los partidos políticos no tienen apellidos, ¿quién ha dicho que existe un AD de Bernabé Gutiérrez y otro de Henry Ramos Allup?, cuando el país requiere que una organización tan importante, que se deriva de las luchas históricas, del desprendimiento de un sector del partido comunista a inicios del siglo XX y luego otra división donde surge el MIR, y desde ese momento todos estos brillantes jóvenes que fueron curtiéndose en la historia política venezolana, entendieron que no era el comunismo la vía, sino la socialdemocracia, hoy trabaje articuladamente para unir a Venezuela y no siga desgastándose en peleas absurdas, infértiles o mezquinas que solo conllevan a la división del pueblo socialdemócrata.
Por su parte, el partido Copei, también transita por la vía de la división, un grupo que se reúne en Cujicito y otro denominado Copei Odca. ¿Cómo es posible que no se pongan de acuerdo Juan Carlos Alvarado, Miguel Salazar, Luis Ignacio Planas, Roberto Enríquez y César Pérez Vivas para trabajar juntos y lograr la unificación de la tolda verde, donde me inicié en el mundo de la política durante la época de Luis Herrera Campins?.
Hago igual un llamado a Eduardo Fernández, a Pedro Pablo Fernández y Mercedes Malavé para buscar la reunificación de la democracia cristiana, que fue lo que permitió con Acción Democrática, URD y un sector del Partido Comunista la construcción de cuarenta años de verdadera democracia republicana en Venezuela.
Con firmeza, hoy debemos reclamar a la dirigencia política de la oposición venezolana a ponerse de acuerdo y entender que debe llegar a la concertación y construir un gran movimiento unitario. Es una obligación y un deber moral, es la necesidad de estructurarnos como sociedad para poder salir de la peor crisis y de la pesadilla en que convirtió la «Revolución Bolivariana», con un gobierno que, tal y como lo he señalado en múltiples ocasiones, ha sido muy malo gobernando, pero muy bueno sosteniéndose en el poder.
Debemos ir en la búsqueda de la unificación y la inclusión de todos los sectores, especialmente de los más empobrecidos de la sociedad venezolana y la gente que se esperanzó con el discurso de un comandante que irrumpió, pero luego enquistados en el poder, aburguesados y enfermos desde de poder han impedido que la sociedad venezolana crezca como se lo merece.
Hagamos el esfuerzo y busquemos la posibilidad de conquistar el poder por la vía electoral, constitucional y democrática para sacar a Venezuela del profundo agujero en que se encuentra hoy en día.
Johel Orta Moros
@JohelOrtaM
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