La Fiscalía contra el crimen organizado de Rumanía (DIICOT) ha anunciado hoy siete nuevas redadas dentro de la investigación contra el «influencer» británico-americano Andrew Tate, detenido el 30 de diciembre acusado de delitos de explotación sexual.

Según la publicación rumana Hotnews, que cita fuentes de la investigación, las redadas tendrían como objetivo a la novia del hermano de Andrew Tate, Tristan, que está también detenido, y a un amigo propietario de un estudio de webcam para adultos.

En un comunicado emitido el jueves, la Dirección para la Investigación del Crimen Organizado de Rumanía (DIICOT), informa de que continúa sus investigaciones por delitos de «constitución de un grupo criminal organizado, tráfico de personas y violación» mediante siete registros domiciliarios en Bucarest y otras dos ciudades.

Andrew Tate, su hermano Tristan y otras dos supuestas cómplices están en arresto preventivo desde el pasado 30 de diciembre.

Las autoridades rumanas acusan a los dos hermanos de explotar, en su negocio de webcam para adultos, a varias jóvenes que habrían sido reclutadas con promesas falsas de una relación amorosa.

Una de las supuestas víctimas también ha denunciado haber sido violada en dos ocasiones durante su estancia en la mansión de Andrew Tate en las afueras de Bucarest, donde los hermanos tenían un estudio de webcam para adultos y habrían retenido contra su voluntad a algunas jóvenes.

Excampeón del mundo de kickboxing y empresario con fama de playboy internacional, Tate, de 36 años, tiene millones de seguidores en internet, donde se ha convertido en una especie de gurú de una masculinidad agresiva y abiertamente sexista asociada al éxito financiero y al rechazo de la corrección política.

Tate entró en el radar de las autoridades de Rumanía, donde se mudó en 2017, en abril del año pasado, cuando la Policía registró su mansión cerca de Bucarest al recibir un aviso de la embajada estadounidense sobre una joven que estaba siendo retenida contra su voluntad en la vivienda.

El influencer, que tiene las nacionalidades británica y estadounidense, y su hermano quedaron entonces en libertad y fueron detenidos a finales del año pasado, después de que las autoridades rumanas reunieran más material sobre el caso.

Según medios locales, la justicia rumana ha dispuesto la incautación de varios teléfonos móviles y equipos electrónicos de los dos hermanos, a los que también ha confiscado sus automóviles de lujo.

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