El canadiense Rob Hoogland, nativo de Surrey, Canadá, es el nombre del padre de una joven adolescente que le ha sido centro de atención de la comunidad médica y los tribunales canadienses y que ha sido arrestado por referirse a la niña biológica como su hija.

Por el Espectador de Caracas con información de Miami Mundo

Rob, sintió que su hija era demasiado joven para tomar la decisión de cambiarse médicamente a un hombre a la edad de 14 años.

Los médicos, los administradores escolares y ahora la Corte Suprema están de acuerdo en que su padre carece de autoridad para tomar tal decisión.

Lo obligan a que debe referirse a su hija usando “sus” pronombres correctos o enfrentarse a acciones legales.

Robert Hoogland está siendo considerado como un “preso de conciencia” del estado canadiense.

La orden para su arresto fue emitida por un juez por llamar a la niña biológica su “hija” y referirse con el pronombre “ella”. 

¿La razón?, estaba en desacato al tribunal.

Hoogland es padre de una niña biológica de 14 años que no se “ajusta al género” y que se identifica como transgénero y prefiere el uso de pronombres masculinos. El padre ha llamado repetidamente a esta persona su hija, aunque el tribunal lo ha prohibido.

A la cárcel

El martes a las 10 am, hora de Vancouver, Hoogland se entregó a la corte en respuesta a la orden de arresto por desacato del Fiscal General de la Columbia Británica. Fue arrestado y encarcelado. La orden fue emitida el 4 de marzo de 2021.

El hombre se opone a que su hija se someta a procedimientos médicos de “afirmación de género”.

Ha manifestado esta oposición una y otra vez, con la esperanza de salvar a su hija de un daño irreversible. 

El sistema médico canadiense, el sistema legal y la madre del niño siguen adelante con la transición social y médica de la niña.

El 14 de diciembre de 2020, el tribunal obligó a Hoogland a colaborar en la “transición” de género de su hija de catorce años y le dijo que no llamara “hija” a su hija biológica. En respuesta, Hoogland hizo un desafío apelando a su derecho a la libertad de expresión.

Cuando apareció en la corte de la familia, el juez lo obligó a sentarse en el banquillo de los prisioneros, dijo el abogado de Hoogland Carey Lind, a pesar de no haber cometido ningún crimen.

“Acusado” por llamarle “hija”

Una abogada activista de la identidad de género, Barbara Findley, representó a la niña en la corte. El juez decidió que lo mejor para la niña consistía en intervenir su salud a largo plazo para que su cuerpo se pareciera más al de un hombre.

Hoogland, por el contrario, cree que el mejor interés de su hija radica en preservar su salud.

Lo considera un error, en caso de que termine entre el 85 por ciento estimado de niños que desisten en su creencia de que son del sexo opuesto una vez que termina la pubertad.

“Aquí estoy, como un padre, viendo a su hijo perfectamente sano destruir su salud, y no hay nada que pueda hacer. O estoy de acuerdo, o son arrojado a la celda”.