Felipe VI pronunciará hoy su noveno discurso de Nochebuena, que viene marcado por la fuerte tensión política en puertas de un año electoral y la crisis institucional generada por la resolución del Tribunal Constitucional (TC) de frenar la tramitación en el Senado de la reforma para la elección de sus magistrados.

Como es habitual, la Casa del Rey no ha anticipado ninguna de las ideas que centrará el mensaje televisado, el más simbólico del monarca, aunque también supervisado por el Gobierno, con la incógnita de si hará alguna mención a la crisis sin precedentes desatada el pasado lunes entre el poder legislativo y el TC.

La paralización de las enmiendas para renovar dos de los magistrados del TC que tienen el mandato caducado ha recibido fuertes críticas del Gobierno y sus socios parlamentarios con acusaciones al PP y a los jueces conservadores de haber perpetrado un “golpe a la democracia”.

Este asunto ha azuzado el choque entre el Ejecutivo y el PP, que ya venía caldeado por las reformas para derogar el delito de sedición y rebajar las penas por malversación pactadas por PSOE y Unidas Podemos con ERC para favorecer a los líderes independentistas condenados por el referéndum ilegal de 2017.

En varios de sus discursos de Nochebuena y en alusión a asuntos controvertidos de la actualidad política, el rey ha hecho llamamientos al diálogo y al consenso y a preservar la fortaleza del Estado y de la democracia desde su papel constitucional de moderador del funcionamiento de las instituciones.

En el del pasado año, apeló a «la unidad y el diálogo frente a la división y el enfrentamiento», al tiempo que pidió «respeto, reconocimiento y lealtad» a la Constitución, cumplir las leyes y que las instituciones sean “ejemplo de integridad pública y moral».

En 2017, al hilo del desafío independentista en Cataluña y la celebración de elecciones tras la aplicación del artículo 155, don Felipe reclamó respeto a la pluralidad, no «imponer las ideas propias frente a los derechos de los demás» y abogar por la convivencia para evitar de nuevo “el enfrentamiento o la exclusión”.

Un año antes, emplazó a los partidos a buscar «el diálogo y el entendimiento» para preservar e impulsar los consensos básicos una vez superados los diez meses de bloqueo de la investidura.

En el mensaje de 2020, la atención estuvo en si abordaría la marcha de España de Juan Carlos I debido a la investigación de la Fiscalía del Tribunal Supremo sobre sus negocios irregulares en el extranjero.

Don Felipe no hizo ninguna referencia expresa a su padre y se limitó a apelar a la obligación “sin excepciones» de cumplir «los principios morales y éticos», que «están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personas o familiares».

Al margen de la situación política, es previsible que el rey se refiera a la coyuntura económica, marcada por la recuperación tras la pandemia, pero también por la elevada inflación y el encarecimiento de la cesta de la compra y los combustibles.

Otro asunto de actualidad que estará presente en la alocución navideña será la guerra de Ucrania, a la que don Felipe se ha referido en numerosas ocasiones desde que estalló el pasado 24 de febrero para condenar la invasión rusa y solidarizarse con el pueblo ucraniano y los refugiados.

En materia de política exterior, se prevé que Felipe VI destaque que España va a ejercer la presidencia rotatoria de la UE en el segundo semestre de 2023, en un contexto en el que los Veinteséis afrontan importantes retos como la ayuda a Ucrania o la reorientación de la política energética por el alejamiento de Rusia.

Como en años anteriores, la televisión autonómica vasca ETB no va a emitir el discurso de don Felipe, mientras que TV3 lo retransmitirá por su canal informativo 3/24.

El mensaje se podrá seguir además por la página web de la Casa Real y sus canales de las redes sociales.

Con información de EFE

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