Hace tiempo que te sientes preparado para tener una relación de pareja. Sin embargo, pasan los meses o los años y esto no sucede. Quizá no logres conocer a personas afines o puede que las interacciones no vayan más allá de un par de citas frustrantes. ¿Qué estás haciendo mal? ¿Por qué tienes mala suerte? Si te realizas estas preguntas con frecuencia, te mostramos algunos errores por los que sigues soltero.
Por: Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud
La soltería es una opción tan válida como la vida en pareja. Es una decisión que cada persona debería tomar en función de sus circunstancias personales.
No obstante, es innegable que existe una importante presión social al respecto y que, cuando esta soltería es impuesta y no deseada, puede generar un gran malestar. Así, aunque creas que tu porvenir depende de la suerte o del destino, verás que existen varios factores que dependen de ti.
Los principales errores por los que sigues soltero
Con frecuencia, la incapacidad para encontrar pareja se debe a una serie de bloqueos internos o a una falta de habilidades sociales y personales que pueden subsanarse. Sin embargo, el primer paso es detectarlos.
1. Baja autoestima
Seguro habrás escuchado en múltiples ocasiones la famosa frase “si tú no te quieres, nadie te va a querer”. Aunque no puede tomarse de forma literal, es cierto que la autoestima tiene una gran influencia en las relaciones interpersonales. La falta de seguridad en nosotros mismos puede llevarnos a cometer varios errores al vincularnos con otros.
En primer lugar, podemos ni siquiera atrevernos a dar el paso de conocer a alguien por miedo a ser rechazados o por la convicción de no merecer resultados positivos.
Pero además, la baja autoestima puede hacer que nos mostremos excesivamente interesados en gustar, agradar y conectar, aunque no de un modo genuino, sino desde un estado de desesperación. Forzar las situaciones conduce al fracaso.
2. Creencias limitantes
Es importante recuerdes que tu mundo exterior es, en gran medida, el reflejo de tus creencias más arraigadas. Así, es interesante que analices qué piensas de los hombres o de las mujeres, de las relaciones, del amor y de tus posibilidades al respecto.
Muchas personas afirman querer una pareja mientras sostienen la convicción de que todos los hombres son egoístas o todas las mujeres son infieles. Buscan una relación, pero critican a quienes la tienen o repiten a diario que ellos siempre han tenido mala suerte en el amor. Desde este tipo de contradicciones es poco probable que logres tu objetivo.
3. Miedo por malas experiencias pasadas
La mente tiende a basarse en el pasado, en lo conocido, en lo que resulta familiar para crear expectativas a futuro. Y estas expectativas sostenidas en el tiempo son lo que terminamos materializando en nuestra realidad, como una profecía autocumplida.
De este modo, si has tenido anteriores experiencias fallidas, dolorosas o traumáticas que no has sanado e integrado, es probable que sigas repitiendo patrones. También es posible que, para evitar volver a ese sufrimiento, te autosabotees de forma inconsciente, impidiendo que las nuevas relaciones comiencen o prosperen.
Al fin y al cabo, la misión de tu cerebro es mantenerte a salvo, no hacerte feliz. Si percibe que vincularte emocionalmente es un peligro, se encargará de que esto no suceda o no perdure.
4. No sabes lo que buscas
Para encontrar a la persona indicada para formalizar una relación es fundamental que tengas claro el tipo de vínculo que estás buscando. Si no has realizado un ejercicio de introspección y no has determinado este punto, puede que estés manteniendo una búsqueda sin rumbo, que no sepas reconocer lo que necesitas cuando se presenta o que sientas que debes conformarte con cualquier persona.
5. Carencia de habilidades sociales
Por último, uno de los errores por los que sigues soltero puede ser la falta de habilidades sociales. Esto implica saber relacionarse de una forma adecuada, a un ritmo apropiado y lograr que las interacciones sean satisfactorias.
Tal vez tienes tendencia a abrirte en exceso en los primeros encuentros, pretendes ir demasiado rápido o no logras identificar a tiempo las señales de que la otra persona no tiene las mismas metas o intereses que tú.