Hoy en día, más de 65 millones de personas sufren de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y se cree que en una década podría convertirse en la tercera causa de mortalidad. En este sentido, además de un tratamiento adecuado a largo plazo, también es importante saber cómo manejar una crisis de EPOC.
Por: Espectador de Caracas con información de Mejor con Salud
Las crisis de EPOC son ataques repentinos en los que se agudizan los síntomas sin que haya una mejoría. A continuación, detallamos qué debemos hacer en estos casos, así como algunos consejos para prevenir estas crisis a largo plazo.
4 pasos para manejar una crisis de EPOC
Ante una crisis de EPOC, es necesario saber cómo actuar. Estos cuatro pasos ayudarán al paciente a manejar la crisis de manera adecuada:
1. Conocer los síntomas de la crisis
En primer lugar, es fundamental que el paciente conozca bien los síntomas tempranos de una crisis de EPOC. Esto, además de ofrecer la posibilidad de autocontrolarla, también reduciría los ingresos hospitalarios. En cambio, en caso de gravedad, sería la señal de alarma para solicitar asistencia urgente.
Los síntomas frecuentes, que en cada persona pueden variar, son:
- Disnea, falta de aliento y sibilancias (silbidos en la respiración).
- Tos.
- Mucosidad y cambios de consistencia y color en el esputo.
- Fiebre.
- Fatiga.
2. Fármacos
El paciente con EPOC toma de manera habitual los medicamentos recetados por el médico. No obstante, en casos de crisis se prescriben fármacos de rescate para proporcionar un alivio rápido, sobre todo si sufre ahogamiento.
Para la disnea o dificultad respiratoria se recetan broncodilatadores a través de nebulizadores o inhaladores. En caso de infección, que se podría saber por el tipo de esputo o la aparición de fiebre, también deberían tomarse antibióticos.
Además, los esteroides orales o corticoesteroides, aunque no son fármacos de alivio rápido, se suelen administrar durante una o dos semanas si los síntomas se reagudizan. Estos se toman por vía oral.
El médico deberá establecer con el paciente un tratamiento a largo plazo y también ofrecerle un plan detallado de fármacos que deberá tomar en caso de crisis. Es fundamental conocer bien la dosis adecuada y los posibles efectos secundarios.
3. Técnicas de respiración
El síntoma principal de las crisis de EPOC es la dificultad respiratoria e incluso el ahogo. Las personas que la sufren sienten con angustia y desesperación que siempre están intentando recuperar el aliento.
Hay técnicas de respiración que pueden ser útiles tanto en casos de crisis como en nuestro día a día para mejorar la función pulmonar. Se basan en la respiración profunda, tomando el vientre o diafragma como centro, y es muy útil para relajar las vías respiratorias y recuperar la respiración normal.
- Relajar la musculatura del cuello y los hombros.
- Respirar por la nariz con lentitud y fruncir los labios para sacar el aire.
- El vientre debe subir y bajar con cada respiración. Podemos ponernos las manos encima para comprobar este movimiento.
Este ejercicio es sencillo pero puede requerir un poco de práctica. Por ello, es importante empezar cuanto antes a practicarlo cada día. De este modo, en caso de crisis, nos sentiremos mucho más seguros al practicarlo y conseguiremos una mayor relajación.
4. La telemedicina
Muchas personas con EPOC que viven solas han optado por tener en su hogar algún tipo de dispositivo de alerta médica. Esto no solo esa gran ayuda en casos de crisis, sino que también les aporta una gran sensación de tranquilidad.
Otra vía de apoyo en la que se está trabajando es la telemedicina. Esta aplicación médica de tecnología avanzada permite al paciente con EPOC un seguimiento a distancia en todo momento a través de diferentes sistemas y dispositivos. No obstante, todavía hay algunas controversias y obstáculos legales para llevarla a cabo.